"Ya es la segunda vez que voy de paseo por esa zona y, al sentarme en unos bancos que hay en ese lugar y justo al lado de un pequeño parque infantil, me encuentro con la mirada de tres hombres que estaban separados entre sí (uno en cada esquina de esa especie de placita). Inocente de mí cuando la primera vez que fui se me ocurre ir al baño para hacer mis necesidades cuando fui literalmente perseguido por un chico que sin decir palabra se pegaba a mí mientras otro que estaba sentado al lado de la puerta se ponía en pie y me sonreía.
Yo enseguida, al darme cuenta me di la vuelta y me marché de allí rápidamente, tras sentirme acosado e incluso indignado por lo que me estaba pasando. Fue mi asombro tal que a la semana siguiente me decidí a ir de nuevo "no sin mi mujer" para saber si eso se trataba de un hecho aislado o por lo contrario seguían por allí esas personas.
Sorpresa la mía cuando me encuentro a otros tíos mirándose otra vez uno en cada esquina y esperando algo (me imagino que a algún despistado que se le ocurra entrar en el baño para acompañarle en su desahogo físico).
Seguramente no sea nada ilegal esto que hacen aún teniendo un parquito justo al lado. Seguramente tendrán derecho a verse y relacionarse como les venga en gana y seguramente las mujeres en muchos lugares se sentirán más acosadas aún que lo que me sentí yo, pero será que soy muy antiguo y no estoy acostumbrado por lo que quiero dejarlo ahí".