El bar 'The V factor' echa el cierre por las obras en Arrecife: "Nos han metido en una ratonera"

"Desde que empezaron las obras nadie ha pasado por el local para explicarnos nada", se queja Beatriz. Una situación que les ha impedido tomar medidas al respecto como un ERTE

18 de octubre de 2023 (11:03 CET)
Fachada del bar 'The V factor'
Fachada del bar 'The V factor'

Las obras que llevan nueve meses realizando en el centro de Arrecife están perjudicando a los establecimientos que se encuentran en sus alrededores. Concretamente, la responsable del bar The V factor, situado en la calle La Porra, ha anunciado el cierre del establecimiento por las consecuencias negativas que están trayendo.

"Desde que empezaron las obras nadie ha pasado por el local para explicarnos nada", se queja Beatriz P. Una situación que les ha impedido tomar medidas al respecto durante un largo tiempo. "No hemos podido aplicar un ERTE hasta que finalizaran las obras", que era algo que ella podía haber barajado.

Seis son los locales afectados por las obras, por lo que a sus dueños les extraña "no haber recibido noticias antes", asegura. "Aún estamos esperando", ha revelado. Lo que más les ha pesado es "echar en falta a alguien que se acercara" al menos en alguna ocasión. 

Los motivos de su cierre son claros: "el ruido, el polvo y la pérdida de clientes por los cambios de direcciones que no están actualizados en Google". Algo que se vuelve "muy incómodo" para los consumidores y trabajadores del local. "Nos han metido en una ratonera", así lo describe la mujer. Cabe destacar que los clientes que vienen de fuera de Arrecife "sufren el caos de las obras", tanto que hasta algunos "nos llaman para anular las reservas ya que les cuesta mucho llegar", añade.

"Nos han metido en una ratonera", denuncia

Una situación que no habían sufrido hasta el pasado mes de marzo que empezaron las obras. "Hasta ese momento nos ha ido muy bien, también en la temporada de cruceros", asegura. Aunque eso ha dado un giro radical, también para los extranjeros que quieren acercarse al bar, "no saben callejear en Arrecife y se pierden", añade.

Un triste desenlace teniendo en cuenta que se trata de uno de los bares veganos de la ciudad. Beatriz se lamenta y se resigna: "estoy cansada". Sabe que "dentro de unos años será una zona preciosa para montar un negocio", pero ella no se encuentra preparada para seguir. "Ahora no tengo la resistencia mental" para soportar la situación, asegura. 

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