Yo me lo he ganado, solito, sin la ayuda de nadie. (II)

Por Lorenzo Lemaur Santana. En el artículo anterior quedé en contarles de cuando Luz tiró el piano por la ventana, en el hotel de Barcelona. Se los contaré. Seguro. En el próximo.Pero ahora, me apetece dar un salto. Un salto de 13 años, ...

4 de julio de 2012 (15:57 CET)
Por Lorenzo Lemaur Santana.
En el artículo anterior quedé en contarles de cuando Luz tiró el piano por la ventana, en el hotel de Barcelona. Se los contaré. Seguro. En el próximo.Pero ahora, me apetece dar un salto. Un salto de 13 años, ...

En el artículo anterior quedé en contarles de cuando Luz tiró el piano por la ventana, en el hotel de Barcelona. Se los contaré. Seguro. En el próximo.

Pero ahora, me apetece dar un salto. Un salto de 13 años, de cuando entré en política. Hablamos del 30 de junio de 1987, cuando la Corporación del Cabildo de Lanzarote, presidida por don Nicolás de Páiz, tomó posesión. A decir de muchos, muchos bastantes, la mejor Corporación que los aún vivos y los cronistas recuerdan.

Y, luego, me apetece dar otro salto, de otros muchos años, al año 2007, cuando volví a ser cargo público, en este segundo caso concejal en el ayuntamiento de Arrecife, por el Partido Popular.

Bueno, para empezar, dejar claro que hacer, ni por asomo, punto de comparación sería pecado mortal. Don Nicolás era un caballero. Todo un caballero. Trabajé durante cuatro años bajo su presidencia. En cuatro años, ni una sola vez me pronunció la palabra "no". Ni me dijo "yo soy el presidente", ni nada que se le parezca.

No voy a entrar en detalles. Solo decirles que fue una experiencia sublime. Me siento muy orgulloso de haber formado parte de aquella Corporación que, a juicio de muchos, con la ayuda también del PSOE, justo es decirlo, cambió considerablemente las cosas en Lanzarote. Difícil, muy difícil de repetir. La verdad, con las personas que, hoy por hoy, veo en los alrededores de la política de Lanzarote, por el momento, irrepetible la altura de miras con la que se gobernó entre los años 1987 y 1991.

Pero, bueno, aquello pasó. Muchos lo recuerdan. Igual, otros muchos no. Muchos, muchos, no eran nacidos por entonces o aún no habían venido a vivir a Lanzarote.

Y? pasaron los años. Estaban próximas las elecciones locales de 2007 y quien siempre se ha manifestado discípulo político de don Nicolás de Páiz, compañero en la referida Corporación, me propone ir en su candidatura, en este caso por el Partido Popular, al Ayuntamiento de Arrecife. Me encantó la idea. El recuerdo de lo vivido en política, en el Cabildo, desde 1987 hasta 1995, en compañía de Cándido Reguera, me hacía pensar que podríamos hacer cosas importantes para Arrecife. Arrecife, el municipio gran olvidado de los últimos lustros de la política insular.Dicho y hecho. Voy de número cuatro en la lista del PP. Sacamos justito los votos para salir yo concejal. Con unos 14 votos menos yo me hubiera quedado fuera y CC, con Isabel Déniz de candidata, hubiera obtenido cuatro concejales.

Primero pasamos unos añitos en la oposición, gobernado PSOE y PIL bajo la alcaldía de Enrique Pérez Parrilla. Eso aguantó hasta los postres de la llamada "Operación Unión". Y, el 22 de diciembre de 2009, prospera la moción de censura que hace alcalde a Cándido Reguera, con el apoyo del PIL, PP y PNL. Así, con Cándido de alcalde y con ese Gobierno acabó el mandato, hasta las elecciones del 22 de mayo de 2011.

Pero, la experiencia que viví como concejal, en nada se parece a la de cuando fui consejero del Cabildo con don Nicolás como jefe, como presidente, como facilitador de iniciativas, como mediador para consensos, como aplacador de conflictos, pero, sin dejar en momento alguno de tener el pulso firme cuando, después de intentarlo todo, no había otro remedio que actuar, que presidir, que firmar.

Durante los 17 meses de alcaldía de Cándido Reguera sí que le escuché muchas veces la palabra "no" y también, en más de un par de ocasiones eso de "el alcalde soy yo". Todo parece indicar que una cosa es lo que se predica, lo que dices ser, de quien dices haber aprendido y otra, no necesariamente igual, lo que luego haces cuando tienes una alta responsabilidad.

Por cierto, son muchas, pero muchas, las personas de esta isla que se alegrarían bastante si el Cabildo de Lanzarote proclamara a don Nicolás de Páiz Pereyra Hijo Predilecto de Lanzarote. Y, otras tantas muchas se alegrarían igualmente que también fuera Hijo Predilecto de Lanzarote quien ha sido el mejor alcalde que ha tenido nunca Arrecife, don Ginés de la Hoz Gil, quien, además, realizó una importantísima labor como consejero del Cabildo, cosa que muchos desconocen.

No les conté lo de cuando Luz tiró el piano por la ventana. Disculpen. Prometido que en el próximo les cuento ese y más cosas de aquel viaje de fin de curso a Barcelona.

P.D.: Lo mismo que el otro día. Si hay alguna errata o falta de ortografía, pido disculpas adelantadas. Lo que les dije, yo no fui a la Universidad y no he querido molestar a mi correctora porque hoy no está teniendo un buen momento.

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