En los últimos años las dependencias de la Dirección General de Tráfico de Lanzarote han sufrido los efectos de la dejadez del Estado. De 16 funcionarios que debería haber en los despachos para atender al público solo hay tres en estos momentos y no dan abasto. Esta situación provoca un estrés laboral considerable. De estas tres personas hay una en comisión de servicio, una que dejará la oficina en julio y otra que se jubilará pronto.. Asimismo, hay tres examinadores que en menos de cinco años se jubilarán. La situación es muy lamentable. No se puede dar un servicio de calidad en estas condiciones. Nos da la impresión de que la Dirección Insular de la Administración del Estado lleva tiempo sin hacer los deberes. Ni siquiera han sido capaces de arreglar el ascensor, que lleva más de diez años averiado .Qué abandono.
Esta falta de recursos humanos en Tráfico está relacionada también con la parálisis de Gobierno, que parece estar más preocupado por la amnistía que por otros temas. La Admnistración General del Estado acumula un déficit de 43.000 puestos correspondientes al período 2010-2020 y más de la mitad de la plantilla se jubilará de aquí a diez años.
Si seguimos con esta inacción e improvisación tras improvisación por parte del Gobierno, podemos encontrarnos en breve con la Oficina de Tráfico cerrada, con el trastorno que ello ocasionaría en los ciudadanos de Lanzarote, sin olvidar las dependencias de la Seguridad Social que van por el mismo camino. Tiempo al tiempo.