No es la fecha, es la lucha

Daniel Medina
23 de junio de 2020 (18:23 CET)
Actualizado el 30 de junio de 2020 (16:36 CET)

El día del Orgullo Gay, conocido como Día del Orgullo LGTBIQ donde incluimos a colectivos de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, queers.. se celebra el 28 de junio y tiene su origen en los lamentables incidentes ocurridos en 1969 en el pub neoyorquino Stonewall Inn. Situado en el Greenwich Village, un local que era frecuentado por homosexuales. La madrugada del 28 de junio, el Departamento de Policía de Nueva York realizó una redada en ese establecimiento, pero por primera vez en la historia se negaron a aceptar un sistema que los trataba como parias y que violaba sistemáticamente los derechos mas fundamentales de las personas.

Es primordial y especial recordar a Marsha P. Johnson que ha sido considerada como una de las activistas principales en los enfrentamientos con la policía durante los disturbios de Nueva York, una mujer transexual, bisexual, afro-america, con VIH y que ejercía el trabajo de la prostitución en la misma calle y que posteriormente fundo posteriormente STAR (Street Transvestite Action Revolutionaries) con el objetivo de prestar apoyo a las personas LGTBI más excluidas y las mujeres trans sin hogar desempeñando un papel relevante en la lucha contra el VIH, en el colectivo Act Up.

Esa fecha se une inevitablemente al triste día del 27 de noviembre de 1978 cuando asesinan al alcalde de San Francisco y a su popular concejal Harvey Milk, un luchador incansable de los derechos de la comunidad, por aquel entonces, del orgullo gay. Milk se convirtió en el primer político en declararse abiertamente homosexual de todos los EEUU, Milk no sabia cuan grande se iba convertir su obra. Hoy es uno de los símbolos de una lucha que aún continua. Su memoria como la de otros muchos descansa en algún lugar sobre el arcoíris.

La celebración de estos días no tiene otro motivo, otra esperanza que seguir poniendo luz en aquellos lugares donde aún se persigue, se discrimina y se llega a matar a quien siente distinto, a quien ama de forma natural, y acabar con estas lamentables actitudes impropias de seres humanos civilizados.

Esto es un movimiento transversal, que cruza en todas las direcciones y que afecta desde lo local a lo global, es un moviendo que nos atañe y que nos debe ocupar a todos y a todas. En lo global no va de ideologías, esto va de inclusión, esto no va de maricas, tortilleras y trávelos va de respeto, esto no va de personas enfermas va de tolerancia, porque amig@s el amor no se esconde, es espontáneo, natural y no entiende de etiquetas, es sumamente fuerte, más fuerte que toda la rabia y la ira juntas.

¿Y desde lo local qué hacemos? Es una pregunta que me hace mirar atrás con orgullo y poder presumir de un ayuntamiento de Yaiza que se ha preocupado, se preocupa y se seguirá preocupando de que la inclusión, la tolerancia y el respeto no sean solo palabras, sino que sigan siendo una lucha para hacerla efectiva, real, y si me permiten la expresión "sentible". Sin obviar que el área de Igualdad de esta institución se desligo del área de Servicios Sociales en el año 2015 para tener un equipo propio y a pleno rendimiento todo los días del año en esta lucha y que desde ese entonces cuenta con presupuesto. Es todo un honor para este concejal, gestionar desde ese entonces esta apasionante tarea con un super equipo de gente entregada y preparada que lo aporta todo a concejalía.

Fuimos pioneros en recordar la existencia de la comunidad LGTBI en Lanzarote y en realizar acciones encaminadas a facilitar la integración. Con actos simbólicos y con actos reales como los proyectos de convivencia LGTBI en los centros educativos o el último propuesto, el festival de cultura y orgullo "Yaiza Simply Love" que ha tenido que ser suspendido por la pandemia del Covid19, pero que seguro tendremos oportunidad de celebrar próximamente.

Hemos intentado y seguiremos haciéndolo vincular la idea, que es real, del movimiento LGTBI con la cultura en todas sus formas, en todas sus expresiones, solo así acabaremos con la pobreza intelectual de quienes se niegan aceptar lo que en la calle ya es normal, pequeñas resistencias que nos recuerdan que el 28 de junio no es la fecha, es la lucha.

 

 Por Daniel Medina. Concejal de Cultura, Juventud e Igualdad del Ayuntamiento de Yaiza.

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