Warsan Shire en su escrito HOME nos dice: “Nadie se va de casa salvo que la casa sea la boca de un tiburón (…)” “Solo te vas de casa cuando la casa no te deja quedarte (...)”
Los procesos migratorios se producen principalmente por el crecimiento desigual de los territorios, tanto desde el punto de vista demográfico, económico, social y político, como por determinados conflictos armados o incluso debido al cambio climático.
No podemos olvidar que Canarias es un archipiélago formado por ocho islas, cinco islotes, ocho roques y el mar; un territorio limitado donde en el año 2020, en plena crisis sanitaria y económica para nuestra tierra y el mundo entero, los flujos de llegada de migrantes a nuestras costas en pateras y cayucos superaron las 23.000 personas.
Por añadir más datos que nos ayuden a valorar la situación real actual, según datos del ABC, desde el 1 de enero hasta el 29 de agosto de 2021 han llegado a nuestras costas 9.255 personas, es decir, 5.330 más que en el mismo periodo del año 2020 o lo que es lo mismo un 135% más.
Lanzarote y La Graciosa, toda Canarias, está sufriendo una crisis migratoria sin igual, a la que el Gobierno del Estado ha dado la espalda, negándose a activar la solidaridad. Su único objetivo ha sido poner trabas para que estas personas no pudieran abandonar las islas, convirtiendo nuestro territorio en una cárcel para ellos.
Al olvido del Gobierno del Estado con el problema migratorio en Canarias debemos sumar el convenio del Gobierno de Canarias con este, un gobierno encabezado también por el Partido Socialista (PSOE), una sumisión que nos ha dejado imágenes para olvidar, imágenes inhumanas como las del muelle de Arguineguín, los campamentos improvisados en El Sebadal y el de Las Raíces o el lado más trágico de la inmigración que han tenido que vivir en más de una ocasión nuestros vecinos de Órzola.
Pero desgraciadamente la historia se repite, ya no solo es el Gobierno de Canarias quien no alza la voz, tampoco lo hace el Cabildo de Lanzarote y La Graciosa, que lidera el Partido Socialista (PSOE) y es apoyado por el Partido Popular (PP). Hoy Lanzarote vive esas imágenes de muelles repletos de migrantes al sol, naves insalubres donde les alojan, un sistema sanitario que se ve colapsado ante la llegada masiva de pateras y cayucos en un mismo día. Y nuestros gobernantes mirando para otro lado...
Hablo como portavoz del Grupo Nacionalista en el Cabildo de Lanzarote y La Graciosa pero, sobre todo, como Samuel Martín, un ciudadano más de estas benditas islas.
Desde la solidaridad que todos sabemos que caracteriza al pueblo canario pido a nuestros gobernantes en Lanzarote y La Graciosa, y en Canarias que no sigan mirando para Madrid.
Ellos ni están ni se les espera, sabemos que son todos del mismo color político, pero aquí están para defender a su tierra y a su gente. Y también deben proteger y ayudar a aquellos que llegan a nuestras costas, no pueden esperar de brazos cruzados a que se repita una vez más el lado más trágico de la migración, donde cientos de personas han perdido la vida.
Lanzarote y La Graciosa, Canarias, no pueden seguir asumiendo un problema del Estado Español, la inmigración no va a parar, no se puede poner fronteras al crecimiento desigual entre los territorios, pero sí podemos alzar nuestra voz para ser capaces de abordar el problema con la mayor implicación de todos los responsables.