El nombramiento de Ico Arrocha como “Hijo predilecto de la isla de Lanzarote”, supone reconocer por fin institucionalmente a uno de los cantadores más importantes e influyentes de la música folclórica y tradicional de Lanzarote y de Canarias.
Tiñosero de nacimiento, la garganta de Ico Arrocha, hoy tristemente apagada, era la voz que en Canarias y más allá de nuestras fronteras, presumía orgullosa de nuestra tierra de Lanzarote, cuando cantaba una folía conejera.
Él decía que aprendió a tocar la guitarra siendo chinijo, en la cantina, en la barbería y en la escuela musical de Pedro, conocido por todos como “Perico el cojo”.
Nunca estuvo vinculado a ninguna agrupación folclórica, aunque asistía a los ensayos de la Agrupación Folclórica Ajei de San Bartolomé, en la que sí participaba su novia, con quien posteriormente se casó, Margarita Perera Betancor, hasta que con 20 años, en 1973, sorprendió a su cuñado, Tito Perera, director de la Agrupación Folclórica Ajei, y actuó con ellos por primera, y casi por casualidad, ante el público de los Jameos del Agua.
Ico Arrocha fue embajador de nuestra isla en todas y cada una de sus interpretaciones. A veces en solitario y, otras, de la mano de la Agrupación Ajei, Agrupación Guadarfía, el Trío Lanzarote con Chente García y Gerardo Corujo, cantando seguidillas con Tito Perera y Sixto Acosta o folías con Domingo ‘El Colorao’, y muchas más de las que, afortunadamente, hoy podemos seguir disfrutando en las redes.
Tal es el caso de la grabación del 5 de septiembre de 2014 con el solista Héctor González, La Orquesta Sinfónica de Tenerife y el Coro de la Noche de Canarias en Seguidillas del Salinero en las Fiestas del Cristo.
Desgraciadamente, Ico Arrocha no estuvo el pasado viernes en el acto homenaje a su figura que se celebró en el Cabildo de Lanzarote, pero nos tocaba hacer justicia con una de las figuras más destacadas del folclore canario y de nuestra cultura popular.
Fueron varios los discos, encuentros, festivales y programas en los que participó y, gracias a estos, su voz magistral puede seguir sonando para aquellos que no tuvieron la oportunidad de conocerlo.
Ninguna persona es inmune a una folía cantada de la manera que Ico Arrocha lo hacía, con esa nobleza que reflejaba su rostro y esa sonrisa, reflejo de un corazón enorme. Es lo que tienen las buenas personas y los grandes artistas, se mantienen vivos cuando los escuchamos, siguen transmitiendo buenas vibraciones y una enorme sensación de paz.
Así era Ico Arrocha, nobleza pura, una grandísima y bellísima persona y, sobre todo, amante de su familia y amigo de sus amigos. Su voz admitía muchos adjetivos y elogios en el mundo de la música folclórica de Canarias: enorme, vozarrón conejero, inconfundible, maestra, prodigiosa, excepcional, referente, grandiosa…
Era… un ruiseñor, nuestro ruiseñor. Así lo describió otro de nuestros grandes, Juan Brito, Hijo Predilecto de Lanzarote, cuando tras su partida dijo: “El folclore canario y del mundo está de luto, está llorando porque ha volado, para no volver, el ruiseñor del canto de todos los tiempos”.
Pero aunque Ico ya no esté entre nosotros, su cantar, su sentimiento y sobre todo su amor a Canarias estará siempre presente y seguirá emocionando a muchos.
Por lo que fuiste, eres y serás para nuestra tierra, yo solo puedo darte las gracias, maestro, por dejar la huella que has dejado en nuestra música folclórica y tradicional de Lanzarote y de Canarias. Y solo espero que en ese paso que tristemente diste, tu voz siga sonando. Como tú mismo dijiste, “lo que se agradece es lo que no se espera”.
Tu merecido homenaje coincide con la celebración del Día de Canarias, el día de nuestra tierra. Una jornada para reflexionar y para recordar nuestras raíces, nuestra cultura y nuestra idiosincrasia.
¡¡Feliz Día de Canarias!!