El SÍNDROME DEL AMA DE CASA

"Yo no tengo otro oficiodespués del callado de amarte,que este oficio de lágrimas, duroque tú me dejaste."Gabriela Mistral. Al igual que otros sectores que tienen un claro riesgo ...

23 de mayo de 2006 (03:04 CET)

"Yo no tengo otro oficio

después del callado de amarte,

que este oficio de lágrimas, duro

que tú me dejaste."

Gabriela Mistral.

Al igual que otros sectores que tienen un claro riesgo para la salud de los trabajadores, en las "labores del hogar" existen todo tipo de riesgo para las personas que las realizan. Cada minuto se producen más de cien accidentes domésticos en los países de la Unión Europea y el hogar es el lugar donde ocurre la mayor parte de los accidentes que sufren las mujeres españolas. Pero además las amas de casa suelen sufrir dolores de espalda y de piernas, mareos, dolores de cabeza pertinaces... También ocurre que muchas veces estas dolencias lo que hacen es llamar la atención sobre el estado de salud mental de la persona.

En España hay más de seis millones de amas de casa en el sentido estricto de la palabra, es decir, mujeres que solo se dedican a "labores del hogar". Pero a esta cifra hay que añadir los cuatro millones de mujeres ocupadas que, al mismo tiempo, asumen las funciones de amas de casa.

El trabajo de estos millones de mujeres españolas es, por tanto, en todos los casos, no remunerado, repetitivo, y por lo general, muy ingrato y sin ningún reconocimiento social. Cada vez está más claro que las amas de casa constituyen un grupo de riesgo de padecer depresión, ansiedad, nerviosismo, manías, adicción al juego y otras alteraciones de la salud. Y si bien es cierto que los estados de depresión o ansiedad del ama de casa no llegan, por lo general, a necesitar la hospitalización, no lo es menos, que no se detectan a tiempo y se cronifican o medican en exceso, con lo que se corre otro riesgo: el de recurrir a la medicación continuada.

Hay dos momentos críticos en la vida de las mujeres amas de casa susceptibles de la aparición de las depresiones: el primero se centra en torno a los 35-40 años y coincide con la etapa en que los hijos entran en la adolescencia y necesitan menos de su madre.

El segundo momento crítico para las depresiones, es el que ronda los cincuenta años, se producen cuando por lo general los hijos han salido ya de casa, el hogar se queda literalmente vacío y el tiempo libre aumenta notablemente.

Cuando se perciben síntomas de depresión se debe acudir al médico. Se ha constatado que ejercer el papel de ama de casa es determinante para padecer ciertas alteraciones. Tales alteraciones no llegan a conocerse nunca si la mujer no accede al médico a manifestar su inquietud.

A las amas de casa, los especialistas les suelen recomendar que emprendan una actividad paralela y charlen con otras personas, amigas o amigos, y que busquen un empleo. Y si no encuentran un empleo, que busquen una actividad que las mantenga unas horas al día fuera de la casa. Y sobre todo, que se hagan dueñas de su propio mundo. No en vano, dijo el poeta: "Mujer, no te desesperes / que algún día llegará / en que seas la que eres".

Francisco Arias Solis

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