Diario de un sanitario más

26 de marzo de 2020 (13:33 CET)

Caraballo

Llevamos ya dos semanas de confinamiento. Los sanitarios, los que trabajamos en la Sanidad Pública, también nos resguardamos con nuestras familias en casa, pero con una salvedad: no se nos quita de la cabeza los pacientes, nuestros compañeros y el hospital.

Un revuelto de sensaciones entre miedo y valentía que es imposible no tener cuando has estado en la trinchera. Un soldado que cuando entra en el hospital (una especie de campo de batalla) y se pone el uniforme blanco, todos los miedos desaparecen y sólo se centra en un objetivo principal, ayudar a combatir la epidemia y salvar vidas.

Ayudar a esos pacientes que necesitan que estemos ahí. No importa nada más en ese momento; no te acuerdas ni del riesgo que estas corriendo para tu salud y la de tu familia. Las miras con una sonrisa mientras te observan con asombro detrás de esas escasas mascarillas, sin acordarte que media hora antes de entrar lo que te inundaba era un terror abrumador.

Termina el turno, llegas a casa y vuelves a tener miedo. Te cuesta concebir el sueño, pero cuando te despiertas vuelves a creer en tu profesión. Y en tus compañeras y compañeros, porque ellos son el arma que tenemos para combatir el virus.

Ellos, y ustedes. Agradecemos los aplausos, pero mayor agradecimiento sería que te quedaras en casa para que nuestro sacrificio estuviera valiendo la pena.

Por último, no quiero cerrar este diario sin pedir a los responsables sanitarios y políticos, esos que se proclaman como nuestros "jefes" cuando nuestros verdaderos jefes es la ciudadanía que sufraga con sus impuestos tanto los sueldos de los sanitarios como de los directivos, que NO es momento de recriminaciones, sino de apoyarnos y sumar.

Nosotros no estamos en despachos y comités de gestión. Somos los que nos levantamos cada mañana o vamos cada noche a una guardia sin tener una mínima seguridad de que no saldremos contagiados (20 por ciento de los sanitarios en Canarias están contagiados). Somos los que dejamos a nuestros familiares en casa, y sin pedir nada a cambio ejercemos nuestra labor. Porque aceptamos nuestra responsabilidad. Algunos deberían de aceptar la suya.

 

#NoSalgasQuedateEnCasa

#SaldremosNosotrosXti

#JuntosSumandoVenceremos

 

 

Por Yone Caraballo, enfermero de Urgencias del Hospital Dr. Molina Orosa (Lanzarote).

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