Quizás peco de cándido al opinar así y puede que todas las personas que participan en la política no opinen lo mismo, pero en eso consiste.No por opinar "políticamente" de diferente manera, tener una idea diferente de ...
Quizás peco de cándido al opinar así y puede que todas las personas que participan en la política no opinen lo mismo, pero en eso consiste.
No por opinar "políticamente" de diferente manera, tener una idea diferente de gestión pública, tengo que faltar al respeto a las personas de otra formación política, mucho menos hacer descalificaciones y/ o valores personales sobre la mismas. Estas prácticas que a veces sin querer (sigo pensando cándidamente) a algunos se les escapa, pienso que deberíamos controlar algo más nuestras declaraciones, puesto que con ellas, estamos consiguiendo una fractura social que me empieza a parecer preocupante y bastante seria.
Estos últimos días hemos asistido a un bombardeo de acciones por lo menos cuestionables, desde el punto de vista humano, hacia personas con cargos públicos, pero también entre personas que no lo son (ejemplos hay multitud).
Pienso que gran parte de la responsabilidad, la tenemos los cargos públicos, por eso creo que podemos entonar el mea culpa, pero que no quede en eso, tenemos que procurar hablar de argumentos políticos, de gestión publica, de errores en las decisiones, a día de hoy aún pienso, que los errores de gestión son eso y no otra cosa, hasta que alguien demuestre lo contrario y cuando eso pase, que actúen los juzgados y las urnas, que para eso disponemos y disfrutamos de este estado de derecho que nuestros padres sufrieron por conseguir. No seamos nosotros quienes sembremos la duda, la mentira y las medias verdades, confundiendo a la ciudadanía, no sabiendo el pueblo a quienes elegir.
Vaya por delante mi respeto y aprecio a todos y cada uno de los candidatos de todos los partidos políticos, "si digo de todos". No los nombro por no dejar ninguno fuera y se pueda sentir ofendido. Pero me permitirán la licencia de poder expresar, por tres en especial, un gran aprecio personal, por ellos y la amistad que me une a sus familias, que fueron compañeros míos de formación política, sus ideales le llevaron por otros derroteros políticos, pero no han dejado de ser a mis ojos, las personas que yo conocí.
Si me permiten este humilde y modesto ejemplo, sugiero que todos y cada uno de nosotros, hagamos una reflexión similar, no solo con cargos públicos, sino con nuestros vecinos, conocidos y amigos, que no nos fracturen los ideales políticos ni las salidas de tonos.
Se que todo es opinable e interpretable, como no es mi intención echar mas leña al fuego, vaya por delante mis disculpas, si alguien se siente dañado con esta reflexión en voz alta.
*Orlando Umpiérrez
Director general de Aguas del Gobierno de Canarias
