El aniversario del nacimiento de César Manrique que se conmemora este año, debe ser un buen momento para recordar y relanzar la figura de nuestro insigne artista con el deseo común de mantener vivo su espíritu, su lucha y su obra.
Desde el Partido Popular, apoyamos por convencimiento la declaración institucional y el nombramiento de Hijo predilecto de la Ciudad de Arrecife a César Manrique porque entendemos que es totalmente razonable y justo, y porque al contrario que están haciendo algunas otras formaciones políticas, nosotros no vamos a caer en politizar el aniversario del nacimiento de César ni a crear polémicas por mero interés electoralista.
Y la apoyamos porque además el Partido Popular no juega con los nombramientos de los hijos predilectos ni en el Ayuntamiento de Arrecife ni en ninguna otra, al contrario de lo que sí hacen algunos. Y como lo más importante es la memoria del artista, el Partido Popular ha estado a la altura de lo que representa el solemne acto de declaración de Hijo Predilecto de Arrecife.
Me reafirmo en lo que ya dije en sede parlamentaria cuando en mayo del pasado año pedíamos al Gobierno de Canarias que se sumara y apoyara la celebración del centenario que estaba poniendo en marcha por aquel entonces el Cabildo de Lanzarote. Propuesta que, recordemos, fue aprobada por unanimidad de todas las fuerzas políticas. Y me reafirmo diciendo que , Lanzarote y César, César y Lanzarote, ... la isla y Manrique... no pueden entenderse la una sin el otro y el otro sin la una.
El mayor legado que el artista nos dejó a los lanzaroteños, y también al resto de canarios en las islas que tienen la suerte y el honor de disfrutar de su huella imborrable, es su genialidad. Genialidad que además traspasó nuestras fronteras y tuvo y tiene su espacio destacado en el ámbito internacional.
De César se ha escrito y se ha dicho ya prácticamente todo de su figura, y realmente nada nuevo podremos aportar salvo reiterar nuestra voluntad y nuestro compromiso con aquellos principios que guiaron sus pasos, que fue la apuesta y la lucha constante por el equilibrio entre el turismo y la defensa del medio, de la naturaleza, de nuestros valores.
Gracias a su carácter reivindicativo y a la semilla plantada en el corazón de los lanzaroteños en defensa de la preservación de territorio, la isla no sucumbió a la vorágine urbanística desatada en la década de los setenta en el resto de las islas, planteando una línea de desarrollo sostenible que se ha mantenido a lo largo de los años y del que hoy Lanzarote y los conejeros podemos seguir presumiendo, a pesar de todo.
Lo cierto es que casi seis décadas después, con muchos errores pero también con muchos aciertos, la naturaleza sigue siendo nuestra principal riqueza y su modelo turístico nuestra principal fuente de ingresos.
La efemérides de los cien años de César y reconocimientos como el que los arrecifeños le hemos rendido, debe servir para que también reflexionemos sobre los pasos a seguir.
Unas reflexiones sobre la visión de Manrique, no solo entorno al arte, que también, sino sobre la educación y la cultura. César decía: "un pueblo sin educación está condenado a la ruina"; en materia urbanística: ..."hay que planificar inteligentemente no elaborar planes"; ..."se trata de vivir de cara al futuro, contribuyendo a una alternativa limpia, inteligente, de calidad de vida, no debemos desfallecer, hay que seguir adelante, estar vigilantes y mantener viva la conciencia crítica, pues el futuro nunca está conseguido, lo tenemos que hacer desde el presente; se trata de hacer convivir la industria turística con la defensa del territorio y de la propia cultura" o ..."no tenemos que copiar a nadie, que vengan a copiarnos a nosotros".
Manrique fue capaz de pensar y trazar un Lanzarote nuevo donde turismo y naturaleza fuesen de la mano, y nosotros como responsables públicos, tenemos la responsabilidad de avanzar por esa senda.
El legado de Cesar debe verse como un punto de partida para construir la isla que todos soñamos. No debemos olvidar sus enseñanzas pero siempre mirando al futuro y adaptándolas a las circunstancias del siglo XXI.
Desde Arrecife el mejor homenaje que se le puede hacer a Manrique es velar por la conservación de sus obras y la recuperación de aquellos espacios que fueron objeto de su talento artístico.
¿Qué pensaría César de la capital, de este Arrecife que en 2019 tenemos ante nuestros ojos? ... Ninguno de nosotros podemos saber a ciencia cierta las palabras que emplearía pero no creo que me equivoque si digo que la ciudad del imaginario manriqueño se parecería a nuestro Arrecife actual, y permítanme la expresión, como un huevo a una castaña.
Desde el Partido Popular creemos que este nombramiento debe secundarse con el mantenimiento de sus obras en la ciudad y que en la actualidad están de la mano de Dios, como la Plaza De la Iglesia, el parquito junto al Quiosco de la Música o el morro de Elvira en el Charco de San Ginés.
La escultura Barlovento, la Casa de la Cultura, el Parque Ramírez Cerdá, el Hospital Insular, la plaza de la escultura del Doctor José Molina Orosa o el mural del Club Náutico se prevén como visitas obligadas en la "ruta manriqueña", junto con la obra obra pictórica de Manrique de la que dispone el Ayuntamiento o el Almacén y la Sala Saramago, que es parte de la Fundación César Manrique.
Una ruta que desde el próximo gobierno municipal vamos a convertir en buque insignia del atractivo turístico, arquitectónico y cultural de la ciudad de Arrecife.
Devolvámosle a esta ciudad lo que César Manrique nos quiso legar. Una ciudad con valores artísticos, una ciudad moderna, una ciudad que respete y respire el olor a mar y a salitre.
Por Ástrid Pérez, candidata a la Alcaldía de Arrecife y presidenta insular del PP