El arte de las musas: La música

Juani Alemán Hernández
24 de septiembre de 2022 (20:20 CET)

Hoy quiero hacer una reflexión, sobre las artes plásticas, la música, la plástica y la educación física. Estas tres áreas deberían ser los cimientos de las demás, el ejercicio físico hace que las neuronas puedan establecer conexiones, y de esa forma se pueden aprender más fácil, aprendemos a secuenciar y eso nos valdría para leer, sumar, y para el resto del aprendizaje .No nos olvidemos de la música, con la cual se activa, es una gimnasia cerebral, al igual que la plástica porque con ellas dos se ponen en funcionamiento las emociones. Sin emoción no hay aprendizaje.

Según dice David Bueno, "Las artes plásticas; como la música, y la educación física, estimulan el cerebro de los niños". Ambas son más importantes de lo que creemos, a través de ellas de activa la plasticidad neuronal.

En Primaria veo como una decadencia de esas artes plásticas, la música debería de tener más horario, y los niños podrían aprender a tocar cualquier instrumento y cuanto más difícil sea, más aumenta ese desarrollo en su cerebro. Emocionarse aprendiendo, y esa emoción hace que todo sea más eficiente. Desde Platón a Confucio se utilizaba la música para calmar la tensión. Al igual que la

Educación Física, infravalorada,también ,a veces se castiga al alumnado con no asistir a esa clase; por su mal comportamiento. No puedo contemplar suplir un área tan importante para el desarrollo del cuerpo y la salud, como castigo.

Se aprende el abecedario cantando, si estamos angustiados; la música nos libera y nos ayuda con el estrés. El psicoterapeuta Paul Ekman sugiere que todos los seres humanos compartimos 6 emociones básicas que son " la felicidad, la tristeza, la ira, la sorpresa, el asco y el miedo. Podemos tener educación y lenguas distintas, pero estas emociones nos hacen humanos y la música nos da la oportunidad de expresarlas"

La tendencia es que los niños vayan a clase de música, en horas no lectivas y eso hace que en muchas ocasiones abandonen, por cansancio y aburrimiento; y les resta horas de ocio, de ahí la importancia que tendría que en las escuelas tuvieran mayor oportunidad.

Pasando a otra parte de la música; quiero referirme a esos artistas que han pasado 10 o más años en un conservatorio, y que tienen una sensibilidad extraordinaria. He sido testigo de ver todo el esfuerzo y el sacrificio que supone; preparar y estudiar, practicar durante horas con una pasión sin límites y ser poco reconocidos.

Cumpleaños, fiestas privadas, sesiones en el sector hotelero, donde un músico, pianista, saxofonista, contrabajo, guitarrista, y demás artistas quedan relegados a un segundo plano, los ves a pleno sol tocando, sin brindarles el lugar que se merecen. Cuando trabajaba en el sector turístico, pasaba por el piano bar, de cualquier hotel y veía que se le daba más mérito a un show improvisado, que a un músico que tocaba el piano. La gente pasaba sin ni siquiera pararse a escucharlo.

Desde hace muchos años, en esa Edad Media, los músicos eran personal de servicio de los nobles, ni siquiera podían firmar sus obras, cosa que cambió en el Renacimiento. No eran valorados, y he observado que en algunos ámbitos se sigue igual.

En mi labor como docente he comprobado como con música aprenden más rápido, desde un abecedario o en mis clases de yoga, con música de meditación consiguen estar relajados. De ahí la importancia, que debemos darle a ese arte, al igual que a los antes mencionados.

“La música da alma al Universo y alas a la mente” Platón.

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