"Ser propietario de una vivienda te da unas oportunidades o un nivel de vida que antes se conseguía con el trabajo a través de un nivel profesional más alto", expone la doctora en Geografía por la Universitat de les Illes Balears Sònia Vives-Miró. "Esta posición social depende más de la propiedad de vivienda que de otros factores", continúa.
En plena crisis habitacional en las islas Baleares y Canarias, así como en el resto de España, esta experta expone que "estamos en un escenario llamado capitalismo financiarizado" y que el lugar en la "escala social" lo determina "la propiedad de los activos, especialmente los inmobiliarios".
Vives-Miró, que es responsable de varias investigaciones sobre la situación de la vivienda en Baleares y forma parte del Grupo de Investigación sobre Sostenibilidad y Territorio (GIST) de la universidad balear, resalta que esta realidad está ocasionando una "polarización de la sociedad, de las ciudades", que se colocan en "extremos cada vez más exagerados" con trabajadores empobrecidos porque no pueden pagar una casa y propietarios que viven "muy bien" de las rentas de sus viviendas.
Con datos de abril de 2025, el portal inmobiliario pisos.com, solo Madrid, Barcelona y Baleares tienen los alquileres más altos que Lanzarote, Gran Canaria y Fuerteventura. En este sentido, Vives relaciona este fenómeno con el "grado de turistificación" y la expansión de la vivienda turística y señala que "en las islas turísticas se están viendo unos territorios más afectados que otros".
En concreto, explica que aunque se trata de un proceso "ya generalizado", se da con más fuerza en zonas más cercanas al litoral y en las capitales de las islas. Así, añade que en las islas Baleares comenzó en el centro de Palma de Mallorca, pero que "se ha ido expandiendo, primero por los núcleos turísticos y luego a toda la isla". El Informe 4 Islas 2024. Indicadores de sostenibilidad, que analiza la realidad de Lanzarote, La Palma, Ibiza y Menorca, ya alertó de que la vivienda es "un problema social prioritario" y que las dificultades para acceder a ella "repercute en la capacidad de los trabajadores" para asentarse.
El fenómeno del trabajador empobrecido
La catedrática en Geografía explica que esta nueva realidad social en torno a la posesión de la vivienda se refleja en la desaparición de las clases medidas. "Aquellas clases medias que tenían muchas propiedades o varias, se están enriqueciendo y colocando en posiciones más altas de la estructura social, mientras que la clase media está bajando hasta el punto de llegar a cuestionarse su existencia".
Entre sus trabajos de investigación, la catedrática ha formado parte de un grupo de trabajo que diseñó un censo sobre la desigualdad y los precios de los alquileres en Ibiza o un análisis sobre cómo la gentrificación aumenta los desahucios y promueve la expulsión de las ciudades.
Ejemplo de ello es la situación en Ibiza, donde los trabajadores con un salario de 2.000 euros ven "cada vez más complicado" vivir de este sueldo. "En Ibiza es muy difícil encontrar una vivienda de 2.000 euros, si tienes que vivir de alquiler, no puedes vivir con eso, es imposible", añade.
Vives explica que esta situación supone la "expulsión de los residentes que no pueden pagar el alquiler", pero también que "los profesionales mejor formados no quieran trasladarse a islas como Ibiza o Formentera". En la isla más pequeña de Baleares, los profesores tienen que vivir en un albergue, según explica la catedrática: "No son unas condiciones de vida digna".
En la actualidad, Lanzarote tiene una tasa de exclusión social por encima de Menorca e Ibiza. Además, el empobrecimiento de la población es mayor en Canarias que en Baleares, según recogió el Informe 4 Islas 2024. Indicadores de sostenibilidad.
La moratoria turística en Baleares
A comienzos del año 2022, Baleares implantó una moratoria turística, con Francina Armengol (PSOE) como presidenta. Tras tres años, el pasado abril el Govern de Marga Phohens (Partido Popular) abrió la posibilidad de que se pudieran intercambiar plazas turísticas entre hoteles y vacacionales, una medida que había estado bloqueada hasta entonces. Por el momento, las islas no podrán crecer más en plazas turísticas.
Sobre el impacto de la tasa turística, Vives expone que "este tipo de procesos beneficia a algunos, pero no cambia el conflicto social de la vivienda". De esta manera, indica que "cada una de las acciones provoca cambios muy pequeños y puntuales, pero para solventar la situación tiene que darse un enfoque más global". Para ello propone cambios en las políticas fiscales y en las urbanísticas, entre otras.
En este sentido, aboga por eliminar el alquiler turístico para rebajar el precio de la vivienda, pero también impedir el acceso a la compra de vivienda a extranjeros no residentes. "Todo lo que sea rebajar la inversión en la vivienda como un activo financiero puede impactar sobre los precios", resalta. "Es precisamente eso lo que ha subido el precio, la inversión extranjera, entonces si se si se limita puede generar un impacto sobre el mismo precio".
Sobre la tasa turística que se lleva años cobrando en Baleares, resalta que "ahora se está planteando subirla porque es un impuesto muy pequeño que en absoluto es decisivo sobre la demanda turística y que al final pues da una gran cantidad de dinero". Finalmente, el Govern balear no ha aumentado su ecotasa tras la negativa de Vox a apoyar un decreto ley con este impuesto.
El turismo de lujo acrecienta la pobreza en Ibiza
Esta realidad que azota Baleares se extiende ya todo el año. "En Ibiza lo que pasa es que está más polarizado porque se está está desarrollando el turismo de lujo, se está intensificando mucho". Este turismo de lujo está desplazando al familiar y hace que la situación en la isla ya no sea complicada solo en la temporada estival, sino durante todo el año.
A pesar de la llegada del turismo de lujo, que tiene mayor poder adquisitivo, no se está experimentado una caída de los visitantes, porque se combina con los turistas de discoteca. "El turismo de lujo no reporta un beneficio para la población en general, el efecto es precisamente lo contrario, y sube todavía más los precios", resalta.
Un contexto marcado por la especulación de la vivienda
La catedrática en Geografía enmarca esta situación dentro de una burbuja en los precios del alquiler. Así, sitúa en el año 2014 el comienzo de la escalada de precios en los arrendamientos. Una burbuja, que se sumó a la inmobiliaria que creció a mediados de los noventa y estalló con la crisis financiera del 2008.
"Desde 2012 se fueron implementando políticas públicas que crearon nuevos instrumentos de financiarización de la vivienda, de convertirla en activos financieros con muchos mecanismos diferentes", expone.
A partir de ese año se desarrolló la figura de los Socimis (Sociedades anónimas cotizadas de inversión en el mercado inmobiliario), inversores que cotizan en bolsa y que invierte en activos inmobiliarios. Esta figura "permitió la entrada de los fondos de inversión, llamados fondos buitres o trasnacionales". A la entrada de los fondos de inversión suma el auge de la vivienda turística en las conocidas como economías de plataforma, como Airbnb o Booking.
En la actualidad, a esta situación se añade una última tendencia: los tokens inmobiliarios. "Tú desde el sofá de tu casa puedes a través del móvil invertir pequeñas cantidades de dinero en viviendas que estén en Hawaii o Honolulu", explica. Para la experta es fundamental "regular o no implementar nuevos mecanismos de este tipo para no escalar en la intensificación de este modelo". A lo que aconseja implementar medidas más inmediatas como la limitación de los precios.
