Un informe alerta de cómo los problemas de acceso a la vivienda en Canarias están avivando una ola de problemas de salud mental. El Observatorio de Derechos Sociales de Canarias (Odesocan) ha publicado este mes de agosto una investigación que relaciona "el desequilibrio" entre los ingresos de la población local y el coste de la vivienda y cómo esta desigualdad agrava la exclusión y tiene "efectos profundos en la salud emocional y psicológica de las personas".
En esta línea, expone que la alta temporalidad en los contratos laborales (un 18,7% de contratos temporales), que afecta más a mujeres que a hombres, la carga laboral relacionada con el sector servicios (124,6 horas mensuales) y los bajos salarios del archipiélago (un 15,73% de la media estatal) hacen que 473.267 personas están en riesgo de no poder pagar su vivienda, ni hacer frente al pago de suministros básicos en Canarias.
En la actualidad, la población canaria dedica aproximadamente el 59% de su salario a arrendar una vivienda. En total, paga alrededor de 994 euros por una casa en alquiler, cobrando de salario mediano 1.672 euros. Por encima incluso de la media nacional, en España se dedica el 41% del salario para alquilar con un sueldo de 1.940 euros.
En la actualidad, el archipiélago sufre "una burbuja de alquiler", donde los precios de la vivienda son mayores a la capacidad económica de los residentes y donde asegurarse una vivienda a través del esfuerzo personal se convierte en una idea "irrealizable". De este modo, el Observatorio expone que la población canaria carga de forma "individual y aislada" con lo que debe ser en realidad una responsabilidad "pública y colectiva", la de garantizar el "derecho social a la vivienda y a la salud mental".
Al mismo tiempo, expone que Canarias es la segunda comunidad autónoma donde más prevalecen los trastornos mentales. En total, un 33,33% de la población acude a atención primaria por algún motivo de salud mental, de nuevo con más afección entre mujeres que hombres.
El papel del turismo en la crisis de vivienda
Este estudio indica que el crecimiento de los alquileres vacacionales y la demanda de viviendas a largo plazo de población turística hacen que los locales compitan "con un poder adquisitivo diferenciado". En este sentido, señala que el acceso a la vivienda en Canarias se ajusta "en mayor medida" a la demanda turística que a los residentes.
De esta manera, el archipiélago ocupa la quinta posición en el ránking de precios de alquiler más altos del país. Solo por detrás de la Comunidad de Madrid, Cataluña, Baleares y Euskadi. De media, arrendar una vivienda de 70 metros cuadrados cuesta 994 euros al mes en las islas, según datos del portal inmobiliario Idealista. En Canarias, los alquileres han crecido un 91,90% en quince años.
En cuanto a la vivienda en venta, Canarias es la cuarta comunidad autónoma con los precios de la vivienda en venta más elevados. De media, una vivienda de 70 metros cuadrados cuenta en el archipiélago 200.550 euros, muy por encima de la media nacional (145.000 euros).
Al mismo tiempo, los problemas de salud mental en España son más frecuentes en el este peninsular y en los archipiélagos. El Odesocan relaciona la mayor presencia de problemas de salud mental en las islas con la fuerte dependencia al sector servicios.
Esta burbuja del alquiler está forzando a la población local, a través de la gentrificación, a "desplazarse continuamente" de residencia para huir de los núcleos más tensionados, donde el precio de la vivienda es mayor. "Ese proceso genera una situación de semi-nomadismo forzado, que afecta especialmente a la parte más vulnerabilizada de la sociedad" y genera "graves" impactos psicológicos por la "inseguridad y la incertidumbre".
Los segundos sueldos más bajos del país
La citada investigación expone que mientras el precio del alquiler ha crecido desde 2010 un 91,9% en las islas Canarias, los salarios solo lo han hecho un 28,57%. Esta realidad se repite en todo el país, aunque en el archipiélago es más acuciante, ya que ocupa el tercer lugar como la comunidad con mayor brecha entre salario y precio de la vivienda. Solo superada por la Comunitat Valenciana y Cataluña.
En este sentido, el archipiélago atlántico es la segunda comunidad autónoma con los peores salarios del país. A pesar de que los sueldos han crecido en la última época, no lo han hecho al ritmo de otras comunidades, como Baleares, Galicia o País Vasco, que lideran el aumento salarial en el país.
La brecha de género en Canarias
Esta investigación expone que estos problemas de salud mental afectan de forma desigual a hombres y mujeres, ya que ellas suelen estar infrarremuneradas y responsabilizadas de los ciudadados, por lo que se enfrentan a dobles y triples jornadas, ya que en la mayoría de los casos continúan cargado con tareas domésticas y cuidados familiares. A pesar de ello, el Observatorio critica que las instituciones no desglosan todas las estadísticas atendiendo a la perspectiva de género.
En este sentido, en el archipiélago la brecha salarial es de 956 euros, muy por debajo de la media del país, siendo la segunda comunidad autónoma con menor brecha salarial entre hombres y mujeres. En Canarias, las mujeres deben trabajar once días más que los hombres para percibir el mismo salario. Mientras tanto, en la mediana estatal, las mujeres deben trabajar 48 días más al año para poder equiparar los 4.494,2 euros que cobran de menos frente a sus compañeros varones.
El estudio indica que el hecho de que Canarias tenga una de las brechas de género más reducidas del país se debe a que en el archipiélago predomina el sector servicios, que ofrece salarios más bajos que el industrial, donde hay mayor brecha de género. "Al haber menos trabajadoras en la industria, la brecha global se reduce, pero a costa de que tanto hombres como mujeres tengan salarios más bajos", apostilla.









