Un total de 715 personas, preferentemente desempleadas, obtendrán formación en el sector de la construcción en Canarias gracias a un acuerdo del Servicio Canario de Empleo (SCE) y las delegaciones de la Fundación Laboral de la Construcción (FLC), que auna a sindicatos y empresarios. Fuentes de la patronal han confirmado a La Voz que varios de los 36 cursos anunciados tendrán lugar en Lanzarote.
El sector de la construcción tienen en la actualidad una fuerte carencia de profesionales, ya que por cada cien jubilaciones, se están incorporando una media de seis trabajadores. Los cursos se centrarán en los oficios del sector más demandados como albañilería o pintura, aplicando nuevas metodologías de trabajo y los últimos materiales. La formación contará con la colaboración de fabricantes y expertos que realizarán demostraciones al alumnado y les acercarán las últimas novedades del sector.
La consejera de Empleo, Elena Máñez, de quien depende el SCE, explicó que la construcción es uno de los sectores más resilientes y elogió “el esfuerzo continuado de la Fundación Laboral de la Construcción por dar siempre formación actualizada y renovar un sector en plena transformación, que ofrece un enorme atractivo para generar empleo de calidad”.
María de la Salud Gil, presidenta de la FLC en la provincia de Las Palmas, señaló que este proyecto, de nombre Construye-T, “es una gran oportunidad para incorporarse a un sector con un buen convenio colectivo y que ya no es aquél sobre el que se tenían tantos prejuicios, sino uno que avanza en su transformación, con más tecnologías y trabajos fuera de la propia obra cada vez”.
Expertos en construcción sostenible
La inversión será de 2 millones de euros, con cargo al Plan Integral de Empleo de Canarias, con los que se impartirán cursos que respondan a las necesidades del sector que han detectado desde la Fundación en ambas provincias y cubren desde la formación sobre nuevos materiales, hasta las últimas tecnologías aplicadas a la construcción.
Además, se implementará la adquisición de competencias digitales de los trabajadores y su especialización en el ámbito de la rehabilitación y construcción sostenible, como por ejemplo la colocación de sistemas de aislamiento térmico por el exterior (SATE) o la instalación de fachada ventilada, para lo cual se incluyen especialidades formativas que dan respuesta a estas necesidades.
Las destinatarias del proyecto serán preferentemente personas desempleadas, inscritas en las oficinas de empleo, aunque se admitirá un máximo del 30% de personas ocupadas. Entre las personas que reúnan los requisitos para participar en el proyecto se priorizará a jóvenes menores de 30 años; parados de larga duración; mayores de 45 años; personas con discapacidad reconocida igual o superior al 33% y mujeres víctimas de violencia de género.