César Manrique escogió una antigua rofera para transformarla en el actual Jardín de Cactus, ubicado en una zona de una paisaje típico lanzaroteño con plantaciones de tuneras dedicadas al cultivo de cochinilla.
Allí podrás encontrar 4.500 ejemplares de cactus de unas 500 especies diferentes traídas de todas las partes del mundo.
La obra espacial la compone una arquitectura llena de elementos decorativos y escultóricos integrados en un entorno original, potenciando la belleza natural. La piedra volcánica y los monolitos basálticos, convertidos en esculturas, le dan una magnificencia única. Y todo ello para coronar el cactus como elemento botánico que embriaga al visitante en un escenario poético en sus formas, texturas y colores.
Este centro está premiado internacionalmente, y es considerado como uno de los jardines de cactus más importantes del mundo. La interacción de lenguajes artísticos que desarrolla Manrique, denominado arte total: es una combinación de arquitectura, intervención espacial, escultura, interiorismo o jardinería que nos permiten conocerlo en su estado más puro.
Igualmente, en este centro se puede disfrutar de una gastronomía divertida y de calidad que homenajea a la planta que da sentido al todo, el cactus. Cuando los visitantes lleguen a la isla, recomendar esta visita posibilita que el turista consiga una experiencia única en sus vacaciones.
