A falta de tres jornadas para acabar la Liga EBA, el Aloe Plus Lanzarote Conejeros recibía en el Pabellón del Blas Cabrera Felipe al MGS Seguros Boadilla, equipo que en el partido de ida desarboló el juego lanzaroteño a base de tiro exterior.
En esta ocasión, los chicos de Iván Fernández tenían bien aprendida la lección . sabían que no podían dejarse sorprender de nuevo y que la mejor forma de ganar el partido era con una defensa sólida, fuerte y sin fisuras, que impidiera que los buenos lanzadores del conjunto madrileño tuvieran la oportunidad de buscar el tiro fácil.
Salió a por todas desde el comienzo el Conejeros y pronto se vio que el Boadilla no lo iba a tener tan fácil como en la ida. El cuadro insular, que llegó a tener una ventaja de 10 puntos tras un parcial de 11-0 se mostraba sólido. La facilidad reboteadora de los locales, doblando en número a los visitantes, así como la dificultad en el tiro de estos, estaba siendo clave para ir cocinando una victoria. Solo levantó un poco el pie de la intensidad en los últimos compases del cuarto, lo que pudo hacer que el Boadilla cogiera esperanzas, las cuales fueron cortadas por un triple de Richard Nguema sobre la bocina.
Con el marcador de 18 a 10 arrancó el segundo cuarto. De nuevo los arrecifeños salieron con una velocidad más que su rival y volvieron a superarles en todo, hasta el punto de que en todo el segundo cuarto el Boadilla sólo sumó 1 rebote, mientras que los locales sumarían 13. Federico de la Torre, con la mitad de los puntos de su equipo, mantenía con vida a los madrileños, que ya veían que la ventaja empezaba a ser insalvable, con hasta 20 de diferencia.
Iván Fernández continuó con las rotaciones, y éstas salieron a la perfección, con un inspirado Cándido Matoso que volvió a los números de la liga regular y un sorprendente Amaurys Robles, que acababa de llegar al pabellón tras jugar 40 minutos en Gran Canaria en la Liga Autonómica, y estaba haciendo uno de los mejores partidos que se le recuerdan en Liga EBA. El equipo funcionaba como bloque y se veía en el marcador al descanso, 45 a 27, pero también en el semblante preocupado de Ignacio Frade, técnico visitante, y en la cara satisfecha de Iván Fernández, técnico local.
Tras la vuelta a pista, no cambió la dinámica. El descanso al Conejeros sólo le sirvió para beber agua, porque poco había que modificar de un trabajo que estaba saliendo a la perfección, así que el banquillo local optó por no cambiar nada. Cándido Matoso siguió incrementando sus números y se colocó ya en doble figuras, tirando del equipo y dándole el carácter ganador. No desentonaba nadie, entraban jugadores de la base como Enrique Peña, que aunque ya había debutado, sumaba minutos con el primer equipo. Chike Augustine "abrió la tienda de gorritos" y empezó a repartir tapones a diestro y siniestro, acabando con la paciencia del pivot rival, Dragos Stan, al que le costaba mucho trabajar bajo aros. Y por si fuera poco, el de Trinidad y Tobago se marcó dos mates antológicos, uno de ellos con un "Alley-Hop", servido por Richard Nguema. Se vivió con pasión lo que pasaba en el Blas Cabrera Felipe, llegando al final del tercer cuarto con el marcador de 69 a 48, aunque la ventaja llegó a ser de hasta 27 puntos para los locales.
En el último cuarto el equipo lanzaroteño empezó por ser más conservador y reservar energías, por si había que tirar de éstas después. El partido pasó por un momento de ritmo más lento, aunque Boadilla, con una presión asfixiante en la salida de balón, intentó agarrarse a la machada, especialmente cuando anotaron dos triples consecutivos y les permitió albergar esperanzas. Iván Fernández paró el partido y volvió a pedir el trabajo que se había realizado hasta el momento y el equipo volvió a triunfar. Nada de especulaciones y a volver a enfundarse el mono de trabajo. Paulo Rodríguez, siempre perfecto en su juego, mostró una de sus mejores versiones marchándose hasta los 25 puntos de valoración, mientras que Cándido Matoso ya se colocó en 35. Los locales vieron como pasaban los minutos y cómo la victoria cada vez estaba más cerca, llegando a la cifra de 90 puntos en un partido, algo que no ocurría a favor de los naranjas desde el 31 de marzo del 2019, cuando venció como foráneo al Liceo Francés.
Concluyó el choque y el Aloe Plus Lanzarote Conejeros sumó una victoria por 90 a 70, y ya son 4 en la fase, que le sigue albergando posibilidades de quedar más arriba y agarrarse a la esperanza de estar el año que viene, de nuevo, en la Liga EBA.
Ficha Técnica
Aloe Plus Lanzarote Conejeros (90): Alejandro García (6), Cándido Matoso (25), Chike Augustine (9), Paulo Rodríguez (17) y Jeremi Miranda (4). También jugaron Víctor de Haro (5), Gregory Montilla, Richard Nguema (11), Agustín
Lecona (7), Amaurys Robles (6), Enrique Peña y Axel Bello. Entrenador: Iván Fernández
MGS Seguros ADC Boadilla (70): Raúl Pérez (13), Federico de la Torre (19), Jaime Cunha-Lisboa (4), Jorge Penacho (17) y Dragos Stan (8). También jugaron Carlos Arteaga (1), Ricardo Kamara (6), Alejandro Pérez y Daniel Manzanero
(2). Entrenador: Ignacio de Loyolo Frade.
Árbitros: Marcos Silva González y Sergio Castro Pulido. Sin eliminados
Parciales a cada cuarto: 18-10 / 45-27 (descanso) 69-48 / 90-70 (final)
Incidencias: Partido de la Liga EBA para eludir el descenso disputado en el Pabellón Blas Cabrera Felipe de Arrecife