El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha advertido este viernes de que la isla de Tenerife está próxima al confinamiento al estar cerca del nivel 4 de alerta que fijó la comisión interterritorial de Sanidad, cuando el conjunto de Canarias está en nivel 2.
En una rueda de prensa celebrada tras la reunión de la Junta de Seguridad con representantes de la Fecam, la Fecai y los cuerpos y fuerzas de seguridad, entre otros, ha vuelto a pedir responsabilidad a los ciudadanos para "doblegar la curva de contagios" y la "máxima implicación" de los cuerpos policiales.
El presidente ha tildado de "inaceptables" las muertes de 20 personas en las islas en las últimas semanas, 17 de ellas solo en Tenerife, con el "quebranto familiar" que supone, y precisado que las medidas que se toman en la isla son "para salvar vidas". En esa línea, ha señalado que a veces se pone "más énfasis en los contagios y menos en los que fallecen" y son datos "contundentes y dramáticos".
"Los que sean irresponsables lo pagarán con sanciones, las más altas que tenemos", ha señalado, mostrando su convencimiento de que en los próximos 15 días se va a "dar la vuelta" a la situación y anunciado que esta tarde se publicará una orden extraordinaria en el Boletín Oficial de Canarias (BOC) con todas las nuevas restricciones que afectarán a la isla a partir de este sábado.
Torres ha remarcado que tanto Santa Cruz de Tenerife como La Laguna están entre las 10 ciudades españolas con mayor tasa de contagios, algo que "distorsiona" la media de Canarias.
"No podemos mirar para otro lado", ha señalado, subrayando no obstante que todas las medidas que se toman han sido validadas por el comité científico que asesora al Gobierno canario y la propia dirección de Salud Pública y cuando tienen "los datos pertinentes". "Si Tenerife estuviese en nivel 1 o 2 no las aplicaríamos, pero ya hay otras comunidades tomando decisiones que demuestran que Canarias ha vuelto a adelantarse", ha señalado.
Torres no ha ocultado que se viven "momentos difíciles" porque los próximos 15 días son los de "mayor tránsito interno en Canarias", bien por compras o por visitas a casas de familiares y amigos, unido a que se acaban las clases entiende que las medidas "pretenden restringir al máximo los movimientos".
Así, ha indicado que la filosofía es "entrar y salir lo menos posible en la isla", y habrá puntos de cribados en aeropuertos y puertos y los turistas vendrán también con pruebas negativas de PCR o antígenos.
El presidente ha relatado que el transporte público funcionará al 50%, los restaurantes estarán cerrados en el interior y con un 50% de capacidad en las terrazas, los comercios con un 30% de público por planta y los aparcamientos también se reducen a la mitad.
"Hay que salir lo menos posible"
"Son semanas de compras, pero hay que salir lo menos posible, hago un llamamiento a que nos quedemos en casa y también lo lanzo al resto de las 7 islas porque habrá mecanismos semejantes si suben los contagios", ha indicado.
Asimismo, ha recordado que el deporte se reduce a la práctica individual y al aire libre y las comidas navideñas en los días clave se limitan a seis personas y dos unidades convivenciales, con un toque de queda que se fija a las 22.00 horas --a las 00.30 horas en esos días--.
Sobre el impacto que tienen las nuevas medidas restrictivas en la hostelería, ha comentado que hay que esperar al martes para conocer el "plan de choque" que va a poner en marcha el Gobierno central para este sector, más el turismo y el comercio, y evaluar qué medidas adicionales pueden aportar las administraciones canarias.
En cuanto al turismo, ha indicado que "es fundamental" para Canarias, y sostiene que los ERTE se tendrán que prorrogar, lo mismo que aprobar un "plan de choque" para mantenerlo porque está convencido de que se va a "recuperar" aunque "no será inmediato" porque si la pandemia crece tanto en Canarias como en los países emisores, la actividad desciende, pero asume también que "la llegada de la vacuna es clave".