Sara rescata a una perra abandonada a la que los gusanos le "estaban comiendo viva" y a la que ha tenido que amputar una pata

Le han bautizado como Milagros, y no es para menos. La protectora de animales Sara ha rescatado a una perra abandonada, que presentaba un estado absolutamente lamentable. Incluso, estaba ...

17 de febrero de 2011 (17:50 CET)
Sara rescata a una perra abandonada a la que los gusanos le estaban comiendo viva y a la que ha tenido que amputar una pata
Sara rescata a una perra abandonada a la que los gusanos le estaban comiendo viva y a la que ha tenido que amputar una pata

Le han bautizado como Milagros, y no es para menos. La protectora de animales Sara ha rescatado a una perra abandonada, que presentaba un estado absolutamente lamentable. Incluso, estaba plagada de gusanos, que se la "estaban comiendo viva". La encontraron el pasado viernes, cuando dos voluntarios de la asociación paseaban a varios perros cerca de la protectora. De pronto, se encontraron con una "horripilante sorpresa".

"Estábamos trabajando, cuando de repente apareció en la protectora una voluntaria pidiendo ayuda de manera desesperada y llorando. Entre sollozos nos dijo que había visto a un perro abandonado y moribundo. Le acompañamos a toda prisa para que nos indicara el lugar y, cuando llegamos, vimos a una perra adulta, de raza pequeña, en condiciones lamentables", indican desde Sara a través de un comunicado.

El animal estaba tumbado en una caja por la zona volcánica que hay en los alrededores de la protectora. "Alguien no tuvo ni pizca de compasión y le abandonó de la manera más brutal posible", señalan.

Los voluntarios de Sara cogieron rápidamente a la perrita y se la llevaron a su clínica para evaluarla. "Tenía rastas por todo su pelo, el pelaje de las patas estaba duro como una escayola y su hedor era insoportable", explican desde la protectora.

Al colocar a la perra en el suelo para que caminara, los miembros de Sara se dieron cuenta de que prácticamente no se podía apoyar, por lo que la llevaron a la mesa del quirófano. Allí, intentaron cortarle el pelo para poder hacer una valoración. "Empleamos tanto tijeras como una maquinilla, pero el pelo estaba tan duro que no podíamos cortárselo", señala María Rivero, una de las voluntarias de la asociación.

"Plagada de gusanos"

"Pudimos cortar un poquito, lo justo para ver su pata, que la tenía en muy mal estado y estaba deformada. Pero seguimos evaluándola porque desprendía un hedor terrible. Nos llevamos una sorpresa que no se nos olvidará jamás. ¡Milagros estaba plagada de gusanos!", denuncian desde la protectora. "Tenía gusanos por todo el cuerpo, que le estaban devorando las heridas. Se estaba pudriendo viva", lamentan.

Ante la complicación del caso, Sara consultó con clínicas privadas para que pudieran tratarla. El presupuesto ascendía a 150 euros, una cantidad demasiado alta para la protectora. Pese a ello, los voluntarios decidieron que no podían dejar morir a la perra, por lo que pagaron a esta clínica para que le salvara de una muerte segura.

"Le cortaron el pelo, le curaron las heridas, le eliminaron la plaga de gusanos. La pierna deformada no hubo más remedio que amputársela", indica María Rivero, que asegura que la perra tendría ya unos 15 años. "Sólo esperamos que no se vaya de este mundo con el sufrimiento en el cuerpo, que se pueda marchar de él con una sonrisa y sintiéndose querida", señala la voluntaria.

Final feliz

Pero toda historia, también ésta, tiene un final feliz. La voluntaria de Sara que lloró cuando encontró a la perra abandonada y moribunda ha decidido que Milagros no merece vivir en una protectora. Por ello, le ha acogido en su casa. "Le dará la felicidad y el amor que nunca tuvo", indican desde la protectora.

Ahora, Milagros vive en una casa con jardín, con otros perros que la protegen y con una familia que le dará todos los cuidados que merece.

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