Lorena Ureña, sus dos hijas y su pareja, Javier Fernández, ya tienen un sitio donde dormir. Este jueves, como máximo, debían abandonar la casa en la que estaban, pero un día antes lograron que dos amigos les prestaran dinero para un mes de alquiler. Este mismo jueves, están haciendo la mudanza a una casa de Arrecife. No sabren qué ocurrirá el próximo mes, pero al menos respiran ahora algo más tranquilos.
Esta familia llegó a la isla a finales de febrero, porque un familiar les "prometió trabajo", pero en Lanzarote se encontraron con una situación bien distinta. Además, la relación con esta familia acabó muy mal, ya que el pasado domingo les "echaron a la calle", según relatan. Por suerte, encontraron a un familiar cercano que les pudo acoger durante unos días, pero este jueves debían abandonar la casa, puesto que estaba vendida.
El miércoles, un día antes de que se quedaran sin techo, dos amigas de la península, de Madrid y el País Vasco, les dejaron 380 euros para el alquiler de una casa en Arrecife. "Se lo han quitado de su alquiler, que tienen que pagarlo el día 10. Tengo ese margen para devolverles el dinero, porque lo han hecho con toda la buena voluntad, pero es gente que no está bien económicamente", explica Lorena Ureña.
El piso lo encontraron el miércoles por la tarde y consiguieron trasladarse allí por la noche. El casero, además, les ha dejado pagar la fianza a partir del próximo mes y de forma fraccionada.
Ayuda de Cruz Roja
Este jueves, Cruz Roja está ayudándoles a hacer la mudanza. "No tenemos vehículo ni dinero para pagar un cambión y Cruz Roja nos está ayudando a llevar las cosas con un vehículo", indica Ureña, agradecida, puesto que la ONG también les está ayudando a la hora de "hacer fotocopias, usar Internet o llamar por teléfono". Además, en Cáritas también les dieron alguna bolsa de comida.
Lorena Ureña confía en lograr una ayuda del Cabildo para poder pagar un mes de alquiler. "De esa manera, podría devolver el dinero a mis amigas". No sabe qué hará el próximo mes, puesto que en marzo sólo ha trabajado cinco días, con lo cual no cobrará "prácticamente nada". Está de prueba en un hotel durante dos meses, pero teme no seguir en el puesto, por lo que pide trabajo para ella y su pareja.
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