El Juzgado de lo Contencioso Administrativo Número 3 de Las Palmas de Gran Canaria ha dado la razón al que fuera secretario del Ayuntamiento de Arrecife, Francisco Javier López Martínez, y ha anulado el decreto por el que la alcaldesa, Eva de Anta, le apartó de estas funciones. En la sentencia, el Juzgado señala que esa decisión vulneró un "derecho fundamental" recogido en el artículo 23.2 de la Constitución Española. En ese artículo, se reconoce el derecho que tienen los ciudadanos "a acceder en condiciones de igualdad a las funciones y cargos públicos, con los requisitos que señalen las leyes".
En su momento, la alcaldesa alegó que este funcionario, que ocupaba el puesto de forma accidental, no cumplía "la categoría laboral" para el puesto y que no hubo "ratificación de Función Pública de su nombramiento". Sin embargo, la Justicia ha fallado ahora a favor de López, en una sentencia contra la que aún cabe recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Canarias. Además, el fallo impone al Consistorio el pago de las costas del procedimiento.
En los últimos años, Francisco Javier López ha ejercido como secretario accidental de Arrecife en varios periodos, ya que no hay un funcionario designado oficialmente para este puesto. En el año 2012, bajo la Alcaldía de Cándido Reguera, López reemplazó a Asenet Padrón, que también fue destituida. Y en su momento sí se emitió un informe de Función Pública que, según señaló entonces el Ayuntamiento, consideraba "acreditado" el cumplimiento de los "requisitos formales y materiales" en el nombramiento de Francisco Javier López.
Después, López fue sustituido por otro funcionario, aunque el 5 junio de 2015 volvió a ser designado para el puesto. Sin embargo, un año después, la actual alcaldesa decidió destituirle y nombrar a otra funcionaria en su lugar, Pilar Machín, que es quien viene ejerciendo de secretaria accidental desde el pasado mes de junio.
Ahora, el Juzgado Número 3 de Las Palmas ha anulado esa resolución, lo que obligaría a restituirle en el puesto, siempre que el Ayuntamiento no recurra el fallo. En caso contrario, habría que esperar a que se dicte una sentencia definitiva.
