Un joven se enfrenta a trece años y medio de cárcel por forzar y violar a una menor en Yaiza

La menor sufrió varias lesiones en la clavícula y en la cara. A lo que se le sumó un cuadro de ansiedad durante varias semanas

5 de noviembre de 2025 (15:41 WET)
Actualizado el 8 de noviembre de 2025 (07:38 WET)
Ciudad de la Justicia de Las Palmas.
Ciudad de la Justicia de Las Palmas.

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas juzgará el próximo 11 de noviembre en Gran Canaria al joven A.C.C., acusado de agredir sexualmente y golpear a la hija de su prima, menor de edad, en una vivienda en el municipio de Yaiza. 

Según el Ministerio Fiscal, los hechos tuvieron lugar en febrero de 2024, cuando la menor, que tenía menos de dieciséis años, estaba durmiendo en su habitación en la vivienda.

La Fiscalía lo acusa de despertarla, con el pretexto de que le pidiera tabaco a su hermano y de pedirle un beso. Ante el rechazo de la víctima, el acusado presuntamente la agarró fuertemente de los brazos, la llevó al dormitorio, le tiró del pelo, la arrojó sobre la cama y le quitó la ropa. En ese momento, presuntamente la agredió sexualmente y la manoseó.

La menor sufrió varias lesiones en la clavícula y en la cara. A lo que se le sumó un cuadro de ansiedad durante varias semanas. 

 

Se enfrenta a trece años y medio de prisión por violar a una menor

La Fiscalía pide para el acusado, de 22 años, una pena de prisión de trece años y medio, inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena y la prohibición de acercarse a la víctima, su lugar de estudio o cualquier otro espacio en el que se encuentre a menos de 500 metros durante seis años, una vez cumpla la pena de prisión. Además, por el delito de lesiones pide una multa de alrededor de 360 euros. 

El Ministerio Público solicita que al acusado se le imponga la inhabilitación especial para ejercer el derecho de la patria potestad sobre sus hijos durante ocho años. Además de diez años de libertad vigilada y veinte años de inhabilitación para ejercer cualquier profesión, sea remunerada o no, que conlleve el contacto regular con menores. 

Además, deberá indemnizar a la víctima con 2.000 euros por las lesiones sufridas y otros 10.000 por los daños morales ocasionados.

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