Trasladan de Lanzarote a la prisión de Gran Canaria al presunto abusador de menores Kenneth V. V.

El investigado, detenido recientemente en Fuerteventura y bajo el Protocolo de Prevención de Suicidios, fue movido desde Tahíche a Juan Grande mientras continúa la investigación por los presuntos abusos a 61 menores

4 de diciembre de 2025 (06:56 WET)
Actualizado el 4 de diciembre de 2025 (07:07 WET)
Cárcel de Juan Grande / La Provincia
Cárcel de Juan Grande / La Provincia

El hombre investigado por presuntos delitos de abusos sexuales y grooming a 61 menores, Kenneth V. V., fue trasladado este miércoles por la mañana del centro penitenciario de Tahíche, en Lanzarote, a la cárcel de Juan Grande, en Gran Canaria, según informaron fuentes penitenciarias. Su detención, realizada por la Guardia Civil hace dos semanas en Fuerteventura —donde residía—, se produjo tras meses de análisis de material incautado y declaraciones de víctimas.

Después de un primer arresto, el sospechoso había pasado un tiempo en El Hierro antes de mudarse a Fuerteventura. Siguiendo el protocolo aplicable en casos de presuntos depredadores sexuales, no permanece solo en su celda y se encuentra bajo el Protocolo de Prevención de Suicidios (PPS), dada la posibilidad de que intente una conducta autolítica. La investigación se extendió durante más de seis meses hasta lograr su captura.

Un modus operandi planificado y estructurado

El método de actuación del presunto autor, identificado entre los menores bajo un apodo, era altamente planificado y estructurado. Operaba en el entorno digital, como suelen hacer los agresores sexuales en internet, empleaba técnicas de manipulación emocional para obtener material de contenido sexual y propiciar encuentros presenciales, que llegaron a materializarse en varias ocasiones.

El detenido combinaba dos métodos de engaño especialmente eficaces. Por un lado, utilizaba su identidad como supuesto mánager deportivo, presentándose como un profesional con contactos y ofreciendo a los menores falsas oportunidades de promoción: pruebas en clubes de alto rendimiento, inclusión en bases de datos profesionales o difusión de sus perfiles en redes especializadas.

Estas promesas se convertían en un instrumento de manipulación para generar una deuda de gratitud que derivaba en la obtención de favores de carácter sexual, incluyendo la solicitud de material pornográfico o la concertación de encuentros íntimos.

Varias identidades falsas

Por otro lado, empleaba identidades falsas femeninas para ampliar su alcance y reducir las suspicacias de los jóvenes. A través de estos perfiles en redes sociales, introducía paulatinamente conversaciones de contenido sexual, solicitaba imágenes íntimas y enviaba material pornográfico, con el fin de normalizar estas conductas. Las víctimas relataron que mostraba insistencia reiterada en tratar temas sexuales y en requerir fotografías de carácter explícito.

El individuo también se aprovechaba de su aparente posición de autoridad como representante deportivo para ejercer control sobre los menores, quienes obedecían sus instrucciones sin cuestionarlas, incluso cuando estas se alejaban del ámbito estrictamente deportivo. Los investigadores detectaron asimismo la existencia de perfiles falsos administrados por el detenido para captar nuevas víctimas, ofreciendo dinero a cambio de actos sexuales.

Durante el transcurso de las pesquisas, la Guardia Civil constató que el detenido había incumplido las medidas judiciales impuestas tras su primera detención. A pesar de la prohibición de ejercer actividades vinculadas con menores, organizó un viaje deportivo en el que participaban varios de ellos. Puestos los hechos en conocimiento de la autoridad judicial, el pasado 12 de noviembre de 2025 fue nuevamente detenido, decretándose su inmediato ingreso en prisión por quebrantamiento de las medidas cautelares. Según ha informado La Provincia, el falso representante de fútbol ha ingresado en la prisión de Tahíche en Lanzarote.

En el marco de esta nueva actuación, se practicó un registro domiciliario que permitió a los agentes incautar nuevos elementos de interés, actualmente sometidos a análisis. La gravedad de los hechos se ve agravada por el abuso de una posición de confianza y autoridad. La mera captación de menores con fines sexuales constituye ya una vulneración de su libertad e indemnidad sexual, lo que justifica plenamente la intervención penal.

LO MAS LEÍDO