La Guardia Civil, en el transcurso de la operación 'Jamela' desarrollada en la isla de Tenerife y Lanzarote, ha desmantelado una activa organización criminal dedicada a la introducción de grandes partidas de hachís desde África a Canarias, así como al tráfico de heroína y cocaína. Así, ha detenido a 19 personas, interviniéndose 350 kilos de hachís, una embarcación neumática, dos motores, varios bidones de combustible y 10.000 euros en efectivo.
Según ha informado Europa Press, seis de las detenciones se han producido en Lanzarote, donde La Voz ya informó el pasado mes de agosto que se estaba desarrollando dicha operación, en la que se habían producido registros en Arrecife y Tinajo que, hasta ese momento, se habían saldado con cuatro arrestados.
Sin embargo, la operación comenzó a finales de 2019 cuando se tuvo conocimiento de una organización criminal asentada en la zona norte de la isla de Tenerife dedicada al narcotráfico, con capacidad para realizar la adquisición, transporte, ocultación y distribución de importantes cantidades de hachís procedente de Marruecos.
El jefe de la organización, asentado en Tenerife
Las investigaciones permitieron identificar a cada una de las personas que componían la organización y las funciones que cada una de ellas desempeñaban.
De esta forma, se pudo determinar que el jefe de la organización, un hombre de nacionalidad marroquí, asentado inicialmente en El Fraile, era quien se encargaba de mantener los contactos con los productores de hachís en Marruecos.
Posteriormente, se desplazó a la isla de Lanzarote para controlar en persona la entrada de la droga y su posterior ocultación en un lugar seguro.
Asimismo, gracias al avance de la investigación se pudo detectar que una parte de la organización criminal estaba asentada en las localidades de El Fraile, Granadilla de Abona y Buenavista del Norte, que se hacía cargo de la posterior distribución y venta de los estupefacientes.
Esta rama de la organización no sólo se dedicaba a la venta del hachís introducido por las costas canarias, sino que independientemente, también tenían su entramado para la distribución de otras sustancias como heroína y cocaína.
Explotación de la operación
La explotación de la operación se desarrolló en dos fases diferenciadas, una de ellas con la finalidad de desarticular la parte de la organización dedicada a la distribución y venta y la otra dedicada a la introducción de sustancias estupefacientes.
De esta manera, a finales del mes de mayo se organizó una primera fase de explotación, orientada a la desarticulación del entramado dedicado a la distribución de sustancias estupefacientes, durante la que se practicaron seis registros domiciliarios en Granadilla de Abona, Buenavista del Norte y El Fraile, donde se detuvo a seis personas, se incautaron cinco kilos de hachís, material para la preparación de dosis y 6.500 euros en efectivo.
Vinculadas a la citada rama y con anterioridad a dicha fecha se habrían realizado varias intervenciones sobrevenidas, en las cuales se habían aprehendido 32 kilos de hachís, 150 gramos de heroína y 21 gramos de cocaína y se detuvo a otras siete personas.
Detenciones en Lanzarote
Por otro lado, durante el avance de la investigación, los agentes detectaron como el principal investigado de la operación se habría desplazado a la isla de Lanzarote para dirigir 'in situ', la introducción de una partida de hachís mediante el empleo de embarcaciones neumáticas.
Después de varios meses de negociaciones con el propietario de la sustancia estupefaciente en Marruecos, debido a las dificultades que la organización encontró parta sacar la mercancía por las medidas de confinamiento con motivo del COVID-19, a finales del mes de julio consiguieron su propósito introduciendo una embarcación en la isla de Lanzarote.
Una vez preparado el envío de las sustancias ilícitas, la organización contaba con una infraestructura encargada de darle entrada a la sustancia y trasladarla a un lugar seguro -comúnmente conocido como guardería-, hasta la salida al mercado. Una vez ahí, se despiezaba y se iban sacando en partidas de menor tamaño.
A principios del mes de agosto, cuando la organización se disponía a sacar una partida de mercancía de la supuesta 'guardería', ubicada en la localidad de Tinajo, fueron detectados por los agentes, que procedieron a la intervención de un vehículo y la detención de los tres ocupantes, con 30 kilos de hachís.
Seguidamente a dicha intervención, se practicaron cuatro entradas y registro en las localidades de Arrecife y Tinajo, donde se procedió a la detención de otras tres personas, a la aprehensión de 270 kilos de hachís, una embarcación neumática, dos motores, varios bidones de combustible y 3.000 euros en efectivo.
La operación ha sido dirigida por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de los de Granadilla de Abona (Tenerife) y la Fiscalía Antidroga de Santa Cruz de Tenerife y desarrollada por el Equipo Territorial de Policía Judicial de Playa de las Américas, el Equipo contra la Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) ambos de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Santa Cruz de Tenerife, y el Equipo Contra el Crimen Organizado de Canarias (ECO-Canarias) de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil.
Además, se ha contado con el apoyo de diversas unidades de la Comandancia de Santa Cruz Tenerife y de la Comandancia de Las Palmas de Gran Canaria, así como de la Jefatura de las Unidades Especiales de Reserva, para la práctica de las entradas y registros realizados.