VÍDEO: Grabado por la Policía Nacional dentro de esta operación contra la trata de blancas
La Policía Nacional ha detenido en Lanzarote a 16 personas, acusadas de dedicarse a explotar sexualmente a mujeres en clubes de varios países de Europa. El cabecilla "controlaba a tiempo real y a través de webcam" prostíbulos situados en las Islas Canarias, en concreto en Arrecife y Puerto del Carmen, y el Levante español, así como en diversas ciudades de Alemania y Suiza, según informa la Policía Nacional. De los 16 arrestados, 14 son de nacionalidad rumana y dos españoles. Para el cabecilla de la trama, se ha dictado una orden europea de detención y entrega.
Con esta operación, se ha desarticulado este grupo "dedicado a la explotación sexual de mujeres". Además, se han efectuado siete registros, cinco de ellos en domicilios particulares y dos en clubes de alterne de Arrecife y Puerto del Carmen, que han sido precintados por orden judicial. En concreto, se ha precintado el night club Sagitario, en la calle Padre Claret, en Arrecife, y el club Manhathan, en la Avenida de las Playas de Puerto del Carmen.
También se han bloqueado numerosas cuentas corrientes utilizadas por la organización. Entre los efectos intervenidos se encuentran 8.000 euros en efectivo, papelinas de sustancia estupefaciente, una pistola eléctrica y varias armas blancas, diversa documentación, relaciones nominales de las víctimas, cuadrantes con horarios de servicios y justificantes de envíos de dinero.
Los agentes han señalado que los miembros del grupo "no dudaban en utilizar la violencia para doblegar la voluntad de sus víctimas, castigándolas periódicamente para que obedecieran sus instrucciones".
La denuncia de dos mujeres rumanas
Las investigaciones comenzaron en octubre de 2012, cuando la Comisaría de Policía de Arrecife recibió una denuncia presentada por dos mujeres rumanas que aseguraban ser víctimas de una organización criminal que se dedicaba a explotarlas sexualmente en la isla de Lanzarote.
El trabajo de la Policía permitió descubrir la existencia de un grupo "perfectamente organizado y estructurado, cuyo cabecilla, con el fin de evitar ser detectado por la Policía, trasladaba su residencia periódicamente por distintas ciudades de Rumanía, Suiza y Alemania". Además viajaba de forma esporádica a la isla de Lanzarote, donde los miembros de la trama le rendían cuentas de los beneficios obtenidos, según las mismas fuentes.
El cabecilla ejercía "un control absoluto"
Según la Policía Nacional, el cabecilla de la red ejercía un control "absoluto" tanto sobre las chicas como sobre el conjunto de los miembros de la organización. Diariamente era informado de cualquier incidencia ocurrida en los clubes y, además, tenía instalado un sofisticado sistema de webcam a través del cual observaba en todo momento y en tiempo real lo que ocurría en sus negocios.
Algunos miembros del grupo se encargaban de captar a las mujeres en su país de origen, Rumanía, en Braila o en Moldavia, "aprovechándose siempre del estado de necesidad en el que se encontraban, ya que procedían de los estratos sociales más pobres y desfavorecidos". "Una vez seleccionadas las víctimas, les ofrecían puestos de trabajo bien remunerados en España, como camareras o limpiadoras o les proponían trabajar como señoritas de compañía en bares en los que tendrían que alternar con los clientes, siendo decisión suya si mantener o no relaciones sexuales con los mismos, en cuyo caso, se quedarían con la totalidad del dinero obtenido por esos servicios", informan los agentes a través de un comunicado.
Según la investigación policial, a continuación eran traídas hasta España, donde en un primer momento eran alojadas en pisos de la propia organización, en la zona levantina. "En este momento es cuando las chicas tenían conocimiento de que en realidad iban a trabajar ejerciendo la prostitución en diversos clubes de alterne controlados por la trama, repartidos por las Islas Canarias, Baleares y todo el Levante peninsular", indican estas mismas fuentes.
Castigos físicos y drogas
Los miembros de la organización explicaban a las víctimas la deuda que habían contraído con la organización por los gastos de viaje, manutención y alojamiento y que tendrían que trabajar para ellos hasta saldar dicha deuda por completo. "En caso de que alguna chica se negara a obedecer las órdenes de la organización, sus captores no dudaban en utilizar cualquier método violento para doblegar su voluntad. Periódicamente, las castigaban golpeándolas repetidamente en la zona lumbar causándoles lesiones graves", insiste la Policía Nacional.
Asimismo, el grupo organizado también está acusado de encargarse de suministrar sustancias estupefacientes en el interior de los clubes de alterne, además de "proporcionárselo a víctimas explotadas, para de este modo crear adicción y hacerlas más dependientes".
Las investigaciones policiales permitieron averiguar que el grupo criminal no sólo actuaba en España, sino que sus ramificaciones se extendían hasta otros países europeos, como Suiza y Alemania, en los que controlaban otros clubes de alterne con los que intercambiaba a las mujeres, con el fin de ofertar novedades a los clientes continuamente.
La operación policial ha sido llevada a cabo por Brigada Central contra la Trata de Seres Humanos de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras y por la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Las Palmas, en colaboración con el Grupo Operativo de Respuesta, la Brigada Local de Extranjería de Arrecife y Seguridad Ciudadana de Arrecife, así como las Agregadurías de Interior de Alemania, Suiza y Rumania.