La investigación la lleva a cabo el Juzgado de Instrucción 2 de Arrecife

La operación "Botavara" se salda con el arresto de siete guardias civiles en Fuerteventura relacionados con el tráfico de drogas

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27 de marzo de 2013 (17:51 CET)
Imagen del alijo de droga incautado en la operación Botavara, por el que han sido condenados los guardias civiles
Imagen del alijo de droga incautado en la operación Botavara, por el que han sido condenados los guardias civiles

IMÁGENES: Cedidas por la Guardia Civil

La Guardia Civil ha detenido en la isla de Fuerteventura a un total de siete agentes de la Benemérita, cinco de los cuales están en prisión provisional y otros dos han quedado en libertad con cargos, en el marco de la operación "Botavara", que investiga un posible delito de tráfico de drogas. Además, también ha imputado a otros dos guardias civiles y ha detenido a otros 12 civiles, dos de los cuales se encuentran en prisión preventiva.

La Guardia Civil ha intervenido en esta operación algo menos de 1.000 kilos de hachís, además de vehículos, material informático, teléfonos móviles y documentación varia de interés para la investigación. "Los cabecillas de la organización se valían de la impunidad que les confería el portar el uniforme de la Guardia Civil, manchando el honor de los profesionales que pertenecen a este Benemérito Instituto", ha señalado la Guardia Civil a través de un comunicado.

Las detenciones se han llevado a cabo en Fuerteventura, desde el día 21 de febrero. Las investigaciones, sin embargo, se iniciaron a finales del año pasado, "tras tenerse conocimiento de la actividad delictiva que pudiera estar llevándose a cabo, inicialmente en Lanzarote, por un grupo de guardias civiles destinados en el puesto de Corralejo, Fuerteventura". De ahí que las investigaciones estén siendo dirigidas por el Juzgado de Instrucción Número 2 de Arrecife, ya que en un primer momento la Guardia Civil trabajó con la hipótesis de que pudiera ser en esta isla donde se estaban cometiendo estos presuntos delitos de tráfico de drogas.

Finalmente, y tras establecer un dispositivo de vigilancia y control, "se logró identificar a los guardias civiles, que se organizaban de forma piramidal, en la que cada uno tenía competencias totalmente establecidas, estando dirigidos por un cabecilla".

Las investigaciones, en varias fases

Estas investigaciones se han llevado a cabo en varias fases. Después de que los jefes de la Guardia Civil en Las Palmas detectaran posibles irregularidades en el comportamiento y el servicio de ciertos agentes del puesto de Corralejo, se ordenó el inicio de una operación conjunta de diferentes especialidades y unidades del cuerpo, incluyendo a la Unidad Orgánica de Policía Judicial y el Grupo de Información, apoyados por la Unidad Central Operativa y el Servicio de Asuntos Internos.

En esos momentos, según explica la Guardia Civil a través de un comunicado, se procedió a la judicialización de las actuaciones en el Juzgado de Arrecife, puesto que la principal hipótesis con la que se trabajaba "era la de la futura comisión de un ilícito penal, relacionado con el tráfico de drogas en la isla de Lanzarote".

Tras meses de pesquisas, de trabajo operativo y de análisis de la información, la Guardia Civil consiguió identificar a ciertos componentes del puesto de Corralejo, que "pudieran ser parte de un grupo delictivo organizado, que aprovechando su conocimiento del trabajo policial en la zona, pudieran participar en la introducción de embarcaciones con hachís en las islas".

Así, en la madrugada del 20 de febrero, la Guardia Civil detectó la llegada de una embarcación "cargada de hachís", que "embarrancó en la costa del Cotillo, al norte de Fuerteventura". Al día siguiente por la tarde, se detuvo a cinco guardias civiles "implicados en los hechos, dos de ellos mientras transportaban parte de la droga desembarcada". Además, en las horas siguientes fueron detenidos otros cinco civiles, también relacionados con el desembarco de la droga.

Posteriormente, la Guardia Civil mantuvo las investigaciones, que dieron lugar a nuevas detenciones. Finalmente, en esta operación hubo un total de 21 detenidos, con 20 imputados por diferentes delitos. De ellos, nuevo son guardias civiles.

Aunque las investigaciones se centraban en las actividades ilícitas relacionadas con el tráfico de drogas, "se confirmó la existencia de otros ilícitos de los que ya se tenía noticia e, incluso, aparecieron otros nuevos", relacionados con los guardias civiles imputados en este operación, según ha informado la Benemérita a través de un comunicado.

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