A través de un comunicado, la Fiscalía expone que el acusado había mantenido "una relación agobiante y asfixiante" con su hijastra desde la llegada de ésta a Lanzarote, en el mes de mayo de 2007, lo que había motivado discusiones. La última de ellas fue el 7 de noviembre del mismo año, cuando el imputado impidió a Yuliza practicar las creencias religiosas que profesaba en el domicilio.
Precisamente, fue al día siguiente cuando el acusado, entre las 9.00 y las 10.00 horas, tras continuar la discusión del día anterior con Yuliza, estranguló a la joven. El fiscal recuerda que el acusado se desprendió de los zapatos, del bolso, del sujetador y de la camiseta de la víctima, arrojándolos en un contenedor cercano, y ató las manos y los antebrazos del cadáver a la espalda con cinta de embalar marrón, trasladándolo en su vehículo hasta la escombrera de Argana Alta, donde enterró el cuerpo de Yuliza.
Tras ello, el acusado regresó al domicilio e ideó una coartada, simulando incluso una falsa colaboración en la búsqueda de Yuliza, cuyo cuerpo fue hallado cinco días después de su muerte. Desde el principio, el entorno de la familia de Yulisa consideró a su padrastro principal sospechoso, pero la Policía no pudo acusarle formalmente hasta abril del año siguiente. Desde el 10 de abril de 2008 permanece en la cárcel.
ACN Press
