EL ACUSADO TENÍA CONTACTO CON LA NIÑA PORQUE ERA AMIGA DE SU HIJO

El Supremo ratifica la condena de 2 años de cárcel por abusos sexuales a una niña en Teguise

La sentencia considera probado que Gonzalo Martín, vecino de Teguise y padre de un amigo de la víctima, realizaba tocamientos a la niña, "tanto en el pecho como en la zona genital". Cuando ocurrieron los hechos, la menor tenía entre 7 y 10 años...

16 de febrero de 2016 (18:16 CET)
Actualizado el 2 de julio de 2020 (12:47 CET)

Dos años de prisión por un delito abusos sexuales, una indemnización de 6.000 euros a la víctima, que ahora tiene 14 años, y la prohibición de acercarse a ella durante tres años. Ésa es la pena que la Audiencia Provincial impuso a un vecino de Teguise, Gonzalo Martín Cabrera, y que ahora acaba de ser ratificada por el Tribunal Supremo. El nuevo fallo, fechado el pasado 16 de enero, rechaza el recurso del acusado y confirma la sentencia de primera instancia, dictada por la Sección Sexta de la Audiencia Provincial.

Los hechos ocurrieron entre marzo de 2010 y julio de 2011, cuando la niña tenía entre 7 y 10 años. Durante ese tiempo, la menor visitaba con frecuencia la casa del acusado, ya que ella y su hermano eran amigos de su hijo. "Cuando ella se encontraba en su domicilio", Gonzalo Martín Cabrera "mandaba a ir a jugar fuera de la habitación a su hijo y al hermano de la víctima, momento que aprovechaba para tocarle por encima y por debajo de la ropa, tanto en los pechos como en la zona genital", considera probado la sentencia, que agrega que "en una ocasión", cuando la niña estaba dormida, "se puso encima de ella desnudo de cintura para abajo".

En su recurso, la defensa del acusado cuestionaba que el fallo se hubiera basado solo en la declaración de la menor y ponía en duda su veracidad. Sin embargo, el Supremo rechaza sus argumentos. "El Tribunal de instancia realiza un examen de la declaración de la víctima, indicando que reúne todos los requisitos que se exigen por la jurisprudencia para que pueda servir de prueba de cargo", sostiene la sentencia. Al respecto, añade que en sus distintas declaraciones en Comisaría, en el Juzgado de Instrucción y en la vista oral, la niña "narró los mismos hechos" y aportó una declaración "llena de matices, detalles y claridad, donde no se aprecian incongruencias ni contradicciones en los elementos esenciales por los que ha sido condenado el recurrente".

 

Que "difieran algunos elementos" en el relato le da credibilidad


Respecto a las supuestas "contradicciones" en la declaración de la menor, a las que hacía referencia la defensa, el Supremo señala que "difieren algunos elementos", pero añade que precisamente "la falta de coincidencia entre ambos relatos no solo no desvirtúa su declaración, sino que refuerza la convicción de que se trata de un testimonio real, descartando un cálculo en el mismo". Es decir, que tal como apuntó la psicóloga que intervino como perito, el hecho de que un niño no relate exactamente igual dos veces una historia, máxime cuando han pasado varios años entre la primera y la segunda declaración, le da credibilidad y descarta que sea inventada o preparada.

Además, la sentencia también subraya que "no hay razones para sospechar de la falta de credibilidad de la víctima", ya que "en su testimonio no había asomo de enfrentamiento o insidia" hacia el acusado. Por su parte, Gonzalo Martín se negó a declarar durante el juicio y no respondió ni siquiera a preguntas de su abogado.

En cuanto a la declaración de la madre del condenado, el Tribunal subraya que "no desvirtúa" las conclusiones a las que llegó la Audiencia Provincial al dictar su sentencia condenatoria. Incluso, subraya que la mujer se contradijo, tal como destacó el fiscal durante el juicio. En la vista oral, la madre de Gonzalo afirmó que la víctima y su hermano solo habían dormido una vez en su casa, donde vivían ella, su hijo y su nieto, mientras que en fase de instrucción habló en plural de las ocasiones en que los niños se quedaban a dormir en esa vivienda.

 

"Pensaba que estaba haciendo algo malo"


"Tenía miedo, por si me echaba la bronca o algo. Pensaba que estaba haciendo algo malo", relató la menor durante el juicio, al explicar por qué no contó desde el principio lo que estaba viviendo desde hacía años. Fue al sincerarse un día con una amiga de su hermana mayor cuando se destapó la situación.

"Me estaba contando que tenía un par de chicos detrás de ella y me dijo que uno era el padre de su amigo. Luego, me contó que se había desnudado delante de ella. Me asusté. Me dijo con total normalidad que (Gonzalo Martín) estaba detrás de ella. Me dijo que quería ser su novio, que se puso sobre ella", relató durante el juicio esta joven, que ahora tiene 19 años. En ese momento, llamó primero a la hermana de la niña y después avisaron a la madre, que acudió a presentar una denuncia a la Comisaría.

"Ella no quería ir, le daba mucha vergüenza. Tenía miedo. Me cogió la mano y me dijo: también me tocaba", recordó durante el juicio la madre, que no pudo evitar romper a llorar en varias ocasiones e incluso dirigirse al acusado increpándole. Tras presentar la denuncia, Gonzalo Martín fue detenido e incluso pasó un tiempo en prisión provisional, hasta que después salió en libertad a la espera de juicio, que se celebró a principios de 2015, más de cuatro años después.

Según declaró la niña, el acusado aprovechaba cada momento que se quedaban solos para tocarle en "el pecho y abajo", o para mostrarle sus partes íntimas. Además, según explicaron tanto ella como su hermano, Gonzalo llegaba a dormir con ellos en la misma habitación, juntando incluso las camas. Fue una de esas noches cuando la niña se despertó después de que el acusado se pusiera encima de ella. No le llegó a "hacer" nada ni "decir" nada, ya que ella se apartó. "Me fui con mi hermano", relató durante el juicio. Además, también se refirió a otros episodios que se dieron incluso en la calle, cuando iban con él en coche. "Siempre que íbamos en el coche les decía a su hijo y a mi hermano que salieran primero para quedarse conmigo a solas", explicó la niña.

 

"Bromeábamos diciendo que Gonzalo estaba por ella"


El hermano de la víctima, que cuando ocurrieron los hechos tenía menos de 10 años, no llegó a presenciar ninguno de los episodios, pero sí declaró que en aquella época "bromeaban" diciendo que el padre de su amigo estaba "por ella". "Solíamos decirlo en broma, no sé de dónde lo sacamos. Gonzalo también bromeaba con el tema. Cuando decíamos que estaba por ella, decía: Sí, sí. Pero yo entendía que lo decía en plan broma", explicó.

Además, afirmó que para él Gonzalo era "un amigo más". Lo mismo declaró la madre de los niños, que explicó que conocía al acusado "de La Villa, del pueblo", y que le parecía "un padre muy bueno" y por eso no desconfió dejando que sus hijos pasaran tiempo con él. Según explicó, el acusado le decía que no quería que su hijo estuviera solo y por eso invitaba habitualmente a otros niños casa. 

En el juicio también declararon como testigos otros niños de Teguise, que afirmaron que Gonzalo Martín solía relacionarse con los jóvenes de la localidad. "Era especial", afirmó una joven que ahora tiene 19 años. "Se juntaba con nosotros siendo mayor. Estaba con nosotros en el parque, nos compraba pipas", precisó.

Ahora, el Supremo acaba de confirmar y hacer firme la sentencia que le condena por un delito de abusos sexuales, aunque dado que la pena no supera los dos años y un día de prisión, podría evitar entrar en la cárcel. En su escrito de acusación, la Fiscalía había pedido para él 6 años de prisión.

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