Cuatro de los seis policías nacionales que identificaban a otro grupo de conductores se lanzaron al mar y rescataron a uno de los ocupantes

Dos jóvenes mueren y otro resulta ileso tras caer al agua en Puerto Naos dentro del coche con el que hacían trompos

FOTOS: SERGIO BETANCORTLos intentos de reanimación de los servicios sanitarios durante media hora resultaron infructuosos. Dos jóvenes de 16 y 28 años fallecieron este ...

17 de diciembre de 2005 (12:27 CET)
Dos jóvenes mueren y otro resulta ileso tras caer al agua en Puerto Naos dentro del coche con el que hacían trompos
Dos jóvenes mueren y otro resulta ileso tras caer al agua en Puerto Naos dentro del coche con el que hacían trompos

FOTOS: SERGIO BETANCORT

Los intentos de reanimación de los servicios sanitarios durante media hora resultaron infructuosos.

Dos jóvenes de 16 y 28 años fallecieron este sábado por la mañana y otro, de 24 años, resultó ileso después de caer al agua en Puerto Naos, Arrecife, dentro del vehículo, un Opel Calibra de dos puertas, color verde y matricula 5127- BJW, con el que instantes previos hacían "trompos" en una explanada contigua a la zona.

Según informan los servicios de urgencia y fuentes pliciales, los tres implicados en el suceso, ocurrido hacia las 08:30 horas de la mañana, son jóvenes de entre 16 y 24 años, y de nacionalidad colombiana, que minutos previos al suceso habían estado bebiendo en el establecimiento Molino Verde.

Los policías nacionales que rescataron al superviviente.

La Patrullera "Almirante Díaz Pimienta del Servicio Marítimo de la Guardia Civil trasladó los cuerpos sin vida.

Al parecer, seis agentes en tres zetas de la Policía Nacional estaban identificando a los ocupantes de un Opel Astra con el que también estaban haciendo trompos en la zona de la Factoría. Cuando los tres ocupantes del otro vehículo se percataron de la presencia policial, iniciaron la huida a toda velocidad y terminaron precipitándose al mar.

Fue entonces cuando un pescador dio la voz de alarma en comisaría, y la Sala del 091 avisó a los mismos agentes en la zona de lo ocurrido. De inmediato, cuatro de los seis policías nacionales se lanzaron al mar, fracturando uno de los cristales traseros con ayuda de una linterna y una pata de cabra.

La persona que salvó su vida logró salir del turismo nadando, pero no hubo forma de rescatar a los otros dos ocupantes.

Hasta el lugar de los hechos se desplazaron diversas dotaciones del Cuerpo Nacional de Policía, Policía Local de Arrecife y la Guardia Civil -a la que le corresponde la instrucción del atestado al tratarse de un suceso ocurrido en una demarcación de costas-, junto a los Bomberos, cuya grúa extrajo el vehículo del agua.

Los familiares y amigos de las víctimas no pudieron contener las lágrimas al conocer la tragedia.

Por su parte, el Servicio de Urgencias Canario (SUC), Cruz Roja y Emergencias y Rescate Lanzarote (Emerlan) trasladaron a la zona diversas ambulancias asistenciales, una medicalizada y un coche de rescate con buzos.

Éstos, junto a los citados policías, los bomberos y agentes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil que se encontraban en las proximidades, a bordo de la Patrullera "Almirante Díaz Pimienta", acudieron con una zodiac neumática logrando extraer a uno de los fallecidos minutos después, y se dedicaron a rastrear el área donde cayó el turismo en busca de otras posibles víctimas.

Policía y labor humanitaria

Una vez acordonada la zona, el personal sanitario practicó durante media hora técnicas de reanimación al herido y a los dos fallecidos, siendo totalmente infructuosas las maniobras sobre estos dos últimos.

Según explicaron a lavozdelanzarote.com los propios agentes de la Policía Nacional que intervinieron en el suceso, y efectivos de la Policía Local que se interesaron a pesar de encontrarse fuera de servicio, el vehículo "cayó de morros, quedó de pie a unos 5 metros de profundidad, bajamos a pulmón, pero la presión", junto a la pérdida de visión propiciada por la "insoportable" emisión de líquidos del coche cuando se puso bajo el agua en posición horizontal, "hizo imposible el rescate de los otros dos ocupantes".

Según el policía nacional que sacó al superviviente del coche, "llegué a agarrar a otro por el brazo, pero el sillón estaba atascado -el coche era un modelo de tres puertas- y él estaba atrapado. No pude hacer nada", se lamentaba.

Media hora más tarde, incluso hubo que obligar a algún agente a que desistiese de sus intentos por rescatar a los ya fallecidos.

A pesar del shock, el herido, que viajaba en la parte trasera junto a uno de los fallecidos, resultó ileso, aunque fue finalmente fue trasladado hasta el Hospital General de Lanzarote para un recoocimiento médico, mientras que los dos fallecidos murieron ahogados en el interior del vehículo. Sus cuerpos sin vida fueron trasladados al Depósito Forense del Hospital General de Lanzarote, para su posterior autopsia, aunque todos los indicios señalan que fallecieron de asfixia por inmersión.

La comisión judicial se personó en Puerto Naos, procediendo la médico forense y la jueza del Juzgado de Instrucción Numero 4, el de Guardia este fin de semana, al levantamiento de los cadáveres.

Identificados

Según informó la Guardia Civil, los súbditos colombianos fallecidos son Diego Fernando Ramírez, de 16 años y vecino de la calle Caldera de Taburiente (Arrecife) y Carlos Andrés Urbano Caicedo, de 28 años y vecino de la calle Alfonso XII (Arrecife), ambos nacidos en Cali.

Por su parte, el superviviente fue identificado como Diego Fernando Renza Andrade, de 24 años, también natural de Colombia y vecino de Arrecife.

En principio, se consideró que eran cuatro los jóvenes involucrados, pero finalmente fuentes policiales aclararon que el cuarto joven de nacionalidad colombiana que se arrojó al agua lo había hecho al unísono con el ocupante que salvó su vida instantes previos, y que se volvió a lanzar al mar interfiriendo las labores de rescate, después de que el suceso ocurriera y con la intención de "ayudar a rescatar a sus amigos".

Se da la circunstancia de que ese cuarto implicado, Silverio C.C, era primo de uno de los fallecidos y había sido detenido hacía un par de semanas en el citado establecimiento del Molino Verde después de [acuhillar a un compatriota en la oreja->http://www.lavozdelanzarote.com/article.php3?id_article=3994&var_recherche=acuchilla+oreja].

El vehículo quedó bastante dañado por la parte delantera, y fue trasladado hasta el depósito municipal de Arrecife.

Falta de recursos

Además de enfatizar la labor no sólo represiva sino también humanitaia de la Policía Nacional, el suceso ha puesto de manifiesto cierto malestar entre los bomberos, que se quejaron de que, a pesar de hallarse en el lugar con prontitud, no contaban con los equipos necesarios para el rescate subacuático, con la consiguiente necesidad de llamar a los buzos de Emerlan y de la Guardia Civil, quienes "tardaron unos 45 minutos en presentarse y actuar".

Agentes de la Guardia Civil de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Costa Teguise, se hicieron cargo de las diligencias policiales por estos hechos, que serán entregadas en el Juzgado de Guardia de Arrecife.

Trompos y botellones

Testigos oculares aseguraron que el vehículo se precipitó al agua después de que sus ocupantes estuvieran realizando los llamados trompos en un lugar que sirve como espacio de ocio nocturno cada fin de semana, y donde se organizan botellones casi a diario.

Diversos ciudadanos han venido denunciando tiempo atrás que cada vez más jóvenes se dedican a estas peligrosas prácticas en la mencionada explanada de Puerto Naos. Además, los últimos atestados policiales dan cuenta de la cada vez más nutrida presencia del colectivo colombiano en la zona.

No es la primera vez que un vehículo cae al agua en esta zona de Arrecife, habiéndose registrado al menos [otros dos casos durante este año->http://www.lavozdelanzarote.com/article.php3?id_article=1298&var_recherche=bomberos+sacan+a+flote+un+veh%EDculo+en+Puerto+Naos+], claro que en aquellas ocasiones quienes precipitaron intencionadamente los turismos al mar pretendían deshacerse de ellos tras haberlos sustraído y empleado para cometer algún tipo de acto delictivo.

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