En la Isla han sido varios los casos de antenas que han tenido que ser retiradas de su ubicación original tras las airadas protestas de vecinos y colectivos debido a la cercanía de las mismas a viviendas o colegios, y los problemas de salud que empezaban a padecer quiénes vivían, trabajaban, jugaban o asistían a la escuela cerca de una.
El último caso sobre posibles efectos de una de estas antenas sobre la ciudadanía se ha producido en la localidad de Guatiza, en dónde varios vecinos denuncian que la presencia de una torre de telefonía móvil en las inmediaciones del pueblo está empezando a provocar graves enfermedades a los habitantes de las viviendas colindantes.
A pesar de que la antena se levantó hace más de cinco años, los lugareños, en su mayoría personas de edad avanzada, no habían mostrado preocupación alguna por este nuevo "vecino" a pesar de que tal y como relatan algunos residentes, los dolores de cabeza, los cambios de carácter y la sensación de agotamiento comenzaba a ser relativamente frecuente en sus vidas.
Dolores de cabeza
"Yo paso algunas temporadas viviendo con mi madre en Guatiza, y le puedo asegurar que cuando estoy allí, los dolores de cabeza que padezco son frecuentes, se me cambia el carácter y me muestro más irascible con mis hijos y me encuentro más agotada que de costumbre, sensaciones que se me pasan cuando vuelvo a mi casa en Haría", relató Mercedes Sosa, una vecina del pueblo, quien se muestra convencida de que "la antena esa tiene algo que ver", "algo raro se respira en el ambiente".
Dos casos de cáncer en poco menos de una semana
La aparición de dos casos de cáncer en apenas una semana fue el detonante que acabó por levantar todas las sospechas sobre una antena, que se encuentra a escasos metros de las viviendas de los vecinos y de una guardería que acoge a más de una decena de niños. "Mi madre se hizo una revisión hace un año y estaba perfecta, sin embargo, en los últimos análisis le detectaron cáncer, algo que incluso los propios médicos no descartan que pueda deberse a las radiaciones de la antena de telefonía móvil ya que el domicilio de mi madre se encuentra muy próximo a la torre", declaró con rabia una vecina de la localidad, quien se mostró alarmada además por la presencia de una guardería a escasos metros de la antena.
"Me horroriza ver cómo los niños juegan tranquilamente y los efectos que podrían tener en ellos las radiaciones que se desprenden desde la antena", aseguró la misma vecina.
En la misma línea se pronunciaron otros residentes, quiénes aseguran que la radio incluso deja de funcionar cuando están muy cerca de la torre, algo que no les parece lógico, y que pone de manifiesto que "algo raro está sucediendo".
Por todo ello, y aunque que precisan que "el daño ya está hecho", los vecinos solicitan el cambio de ubicación de la antena, la cual sugieren puede ser levantada a las afueras del pueblo, en dónde no tenga consecuencias para la salud de los habitantes. En este sentido, algunos vecinos ya han comenzado a recoger firmas para pedir al Ayuntamiento que exija a la compañía de telefonía móvil la retirada de la torre, porque a pesar de que "nosotros no nos oponemos al uso de los teléfonos móviles, ya que incluso los usamos, no se puede jugar con la salud de las personas que habitan aquí". Los vecinos hacen directamente responsable a la antena de los problemas de salud que padecen los habitantes de Guatiza.
El Ayuntamiento se compromete a estudiar el asunto
Por su parte, el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Teguise, Domingo Cejas, aseguró que la antena se encuentra fuera de los límites del núcleo urbano de Guatiza, aunque reconoció la cercanía existente con determinadas viviendas. En este sentido, expuso que no puede demostrarse que la torre tenga efectos nocivos sobre la población, ya que es un tema que se ha debatido en numerosas ocasiones, y los informes y los estudios que se han realizado al respecto no son concluyentes. Asimismo, puso en duda que los casos de cáncer que se han detectado en el municipio puedan estar relacionados directamente con la antena de telefonía móvil, ya que ningún diagnóstico médico así puede avalarlo. A pesar de ello, y dada la preocupación existente entre los vecinos, Cejas se comprometió a dirigirse al Cabildo insular para conocer en qué situación se encuentra el estudio que la Primera Corporación anunció que iba a realizar sobre las antenas de telefonía móvil de la Isla, al objeto de determinar su posible peligrosidad.
Por último, Domingo Cejas explicó que la antena de telefonía móvil en cuestión fue de las primeras que se instaló en la Isla, hace más de seis años, y convino en la necesidad de darle una nueva ubicación, más alejada del núcleo poblacional.