IMÁGENES: Sergio Betancort
Noemí Merino, que este lunes fue expulsada de Gran Hermano, ha regresado a la isla de Lanzarote. Ha llegado "con la conciencia tranquila" y "emocionada" al ver a una decena de familiares en el aeropuerto de Guacimeta.
La aventura de Noemí en Gran Hermano terminó en la noche de este lunes, cuando fue expulsada con el 52 por ciento de los votos, tras pasar 96 días en la casa de Guadalix de la Sierra. La conejera ha llegado cansada a Lanzarote, pero se ha emocionado cuando ha visto a sus familiares y amigos y, especialmente, a su primo de 5 meses.
"Estoy contenta pero también asustada por lo que venga", ha admitido Noemí, consciente de las críticas que ha recibido por haber mantenido una relación con Fael en el programa Gran Hermano Brasil y no habérselo contado a Alessandro. Sin embargo, la propia conejera ha asegurado que ante las críticas mostrará "dientes, dientes", frase que en su día popularizó Isabel Pantoja.
Noemí se siente "muy orgullosa" de su paso por Gran Hermano 12 + 1. "No me arrepiento de nada", ha señalado. Lo primero que hará la conejera después de dejar las maletas en su casa será irse a "surfear a Famara".
En Famara confía en ver algún día a Alessandro. "A ver si viene". Eso sí, prefiere que sea el último concursante en abandonar la casa de Gran Hermano. "Espero que tarde en salir. Si no gana él, quiero que gane Ari, evidentemente".
Sus familiares le han recibido entre gritos y aplausos y provistos de pancartas que decían "Todos somos Noe, Forza" o "Bienvenida ganadora. La mejor concursante de Gran Hermano 2012". Noemí no ha podido contener las lágrimas ante el revuelo que se ha montado en el aeropuerto de Guacimeta.
Muchos pasajeros han querido acercarse a fotografiar a la concursante de Gran Hermano. Incluso se podían ver móviles tomando imágenes desde la primera planta del aeropuerto.
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