Miguel Ángel Robayna: "Destruir el patrimonio no es modernidad ni desarrollo"

El profesor y activista por la conservación de Lanzarote ha explicado que "es fundamental entender que cuidar la tierra no solo es un derecho, sino un deber"

20 de diciembre de 2022 (08:45 CET)
Actualizado el 20 de diciembre de 2022 (08:45 CET)
Miguel Ángel Robayna, profesor retirado y activista
Miguel Ángel Robayna, profesor retirado y activista

El profesor retirado y activista por la conservación medioambiental de Lanzarote, Miguel Ángel Robayna, ha afirmado en una entrevista concedida a Radio Lanzarote-Onda Cero que en la actualidad "se cree que es moderno destruir el patrimonio histórico, pero eso no es modernidad ni desarrollo".

El profesional defiende que, en la actualidad, la "política del cemento" intenta instaurar esta idea, pero "es fundamental entender que cuidar la tierra no solo es un derecho, sino un deber humano".

 

Salvar Malpaís de la Corona

Sin embargo, esta realidad parte de "un modelo especulativo sin tino" que viene perpetuándose desde varios años atrás.

Robayna participó en el germen del colectivo ambientalista que, en 1981, encabezó el movimiento Salvar Malpaís de la Corona"En 1979 formamos una coordinadora tras enterarnos de que pretendían vender esta zona para convertirla en un solar, y comenzamos una lucha en pos del patrimonio heredado", recuerda el profesional.

El Malpaís de la Corona engloba dos millones de metros cuadrados que van desde el Caletón Blanco hasta Los Jameos.

Durante esta misma época, "pretendían llevar a cabo otros proyectos como este sin realizar estudios de viabilidad ni nada por el estilo, como implantar 20.000 camas turísticas en La Graciosa, otras tantas en Lobos, un túnel en el risco de Famara o un teleférico entre Lanzarote y La Graciosa", hecho que, tal y como expone Robayna "indignó a mucha gente".

Por ello, se manifestaron y consiguieron "sacar a gran parte de la población de Lanzarote a la calle, y también a gente de otras islas, donde colectivos e instituciones se solidarizaron con nosotros y entendieron que era una causa común, porque querían convertir toda Canarias en un solar".

 

Una política "viciada" y "sin tino"

De esta forma, Robayna explica que consiguieron el apoyo no solo de colectivos ecologistas de todo el archipiélago, sino de instituciones como la Universidad de La Laguna, partidos políticos y hasta el propio César Manrique: "Nos unía el cariño de nuestros mayores a la tierra, y al mar, que la cuidaban como si fuera su propia vida en contra de las instituciones que no defendían los intereses ciudadanos".

El exdocente recuerda que, durante estos años, la política estaba muy "viciada", ya que se estaba saliendo de una dictadura y se había implantado un modelo inmobiliario basado en la especulación y sin ningún "tino", que se basaba en "mano de obra barata y suelo regalado".

"Recuerdo mi sorpresa cuando me contaron que en los periódicos belgas, salían anuncios que decían "Venga a hacerse rico a Lanzarote y Fuerteventura, tenemos terrenos y mano de obra baratas". Era un disparate", comenta el activista.

 

"Debemos decidir si queremos más o mejor"

Sin embargo, aunque esta semilla medioambientalista germinó pronto y continúa floreciendo en el presente, la actitud institucional dista mucho de ella. El macroproyecto del Malpaís de la Corona se frenó, pero hoy siguen habiendo muchos otros contra los que luchar.

Por ello, Robayna asegura que deberíamos tener en cuenta y seguir los pasos de la experiencia de Baleares, donde han implantado una ecotasa para revertir los efectos del pacto turístico, limitar la compra de terrenos para los no residentes y promover una economía circular que obliga a las empresas a convertir sus residuos para refortalecer al sector primario: "Tienen una visión de crecer y optimizar este crecimiento, porque saben que es imposible extenderse hasta el infinito".

En el caso de Canarias, el profesional recomienda "generar las condiciones para promover un diálogo ciudadano más allá de los partidos, donde se utilice la ciencia como recurso para la gente": "Debemos ser todos los que decidamos si queremos más o mejor".

El docente y activista ha participado durante la pasada semana en el seminario Los límites del planeta - Lanzarote y sus límites, acogido por el Cabildo insular.

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