A pesar de haber sido bautizadas por algunos como "las fiestas de la polémica", el concejal de Festejos del Ayuntamiento de Arrecife, Miguel Ángel Ferrer, asegura sentirse satisfecho con los resultados de estos Sangineles. "Todo ha transcurrido dentro de la normalidad, no ha habido ningún incidente grave y yo creo que la gente ha quedado satisfecha hasta con los fuegos, pese al recorte económico".
Miguel Ángel Ferrer ha insistido en la alta participación de estas fiestas. Llenos en los conciertos de La Mala Rodríguez y Shaila Dúrcal, en el Festival del Campesino o en la gala de la Reina, y una buena respuesta por parte de los vecinos de Arrecife a la hora de asistir a actos como las regatas de jolateros, el asadero popular o los fuegos artificiales.
Sin embargo, el concejal ya tiene la vista puesta en el futuro. "Hay que arreglar dos cosas para los próximos años", explica. "Por un lado, extender las fiestas a los barrios, y por otro, plantearse devolver algunas actividades a los parques Islas Canarias y Ramírez Cerdá, siempre que no molesten a los vecinos".
Muchos habitantes de Arrecife recuerdan con nostalgia el ambiente de los Sangineles que se celebraban en el centro de Arrecife. Miguel Ángel admite que "da la sensación de que la ciudad no está en fiestas, no hay decoración ni actividades en el centro". Por eso se plantea dar un paso más y llevar algunas actividades, como pasacalles, teatro de calle o incluso algunos ventorrillos, a los parques ubicados en el centro.
"Es complicado, porque los vecinos que viven en el centro no quieren que se les moleste, pero estas actividades serían siempre de día", ha apuntado el concejal de Festejos. En cuanto a los barrios, existe un proyecto que este año no se ha podido poner en marcha por falta de tiempo, pero que se prevé llevar a cabo el próximo año, y que consiste en llevar algunas actividades de San Ginés a los barrios de la capital. Actividades como cine de verano, charangas o teatro que sacrificarían algún concierto, tal y como ha explicado Miguel Ángel Ferrer.
FERIAS Y VENTORRILLOS
Uno de los asuntos más polémicos que ha acompañado a estos Sangineles ha sido el pago de tasas municipales por parte de los feriantes. Una vez solucionada la cuestión ("los feriantes ya han abonado", ha confirmado Ferrer), parece que los ventorrillos se resisten a pagar. "Espero que terminen haciéndolo", ha explicado Ferrer, "porque sino quedarán con deudas a la Concejalía de Hacienda, y lo tendrán complicado para recibir subvenciones en el futuro, por no decir imposible".
La cantidad fijada es de 150 a 300 euros para cada ventorrillo por el total de las fiestas. "Consideramos un poco injusto que se nieguen a pagar esta cantidad cuando los profesionales pagan hasta 1.200 euros; nosotros no pretendemos recuperar todo el dinero de San Ginés, sólo defendemos que paguen esa tasa simbólica al Ayuntamiento, al igual que todo el mundo que está ocupando suelo público".
La explicación que se ha ofrecido por parte de los colectivos que regentan estos ventorrillos es que no conocían esta medida económica antes de instalarlos. Ferrer ha alegado que se trata de una "estrategia" ya que "con los beneficios que han sacado otros años, de hasta 24.000 euros limpios, no creo que este año dejaran de montarlo por tener que pagar 300 euros". Otra de las razones que llevaron al Ayuntamiento a instaurar esta medida fue la intención de evitar la "picaresca" de algunas personas, que utilizan el nombre de un colectivo para montar un puesto de bebidas sin abonar las tasas, tal y como ha explicado el concejal de Festejos. Por ello, también este año los puestos instalados en la cúpula del Recinto Ferial han tenido que ingresar 96 euros en las arcas municipales.
ACN Press