Un total de 778 personas murieron en la ruta canaria entre enero y junio de este año. Lo que la convierte en la ruta más mortífera del país. Así lo revelan las cifras aportadas por el colectivo Caminando Fronteras en la publicación del último informe de Monitoreo del Derecho a la Vida, donde recopila el número de personas que han fallecido o desaparecido en el Atlántico tratando de alcanzar las costas de Canarias.
Según los datos expuestos por este colectivo, rumbo al Archipiélago han naufragado 28 embarcaciones precarias, más que en todo el resto de las rutas migratorias irregulares hacia el país juntas. De forma desglosada, en la travesía del estrecho naufragaron once embarcaciones; en la de Alborán, dos; y en la ruta de Argelia, ocho.
Asimismo, en todas las rutas rumbo a España, han desaparecido 19 embarcaciones con todos los ocupantes a bordo. Por nacionalidades, tratando de alcanzar las cosas españolas, han muerto personas procedentes de Argelia, Camerún, Costa de Marfil, Gambia, Guinea Conakry, Etiopía, Islas Comores, Mali, Marruecos, República del Congo, Senegal, Siria, Sri Lanka y Sudán.
Febrero y junio han sido los que han concentrado el mayor número de víctimas.