Como cada 31 de julio, los hombres y mujeres de Lanzarote acuden a Mancha Blanca para renovar la promesa hecha en 1824 por los vecinos de Tinajo, La Vegueta, Tiagua y Tao a Nuestra Señora de Los Dolores. Aquel día, a las siete de la mañana, entró en erupción el volcán de la Capellanía del Clérigo Duarte, entre los pueblos de Tao y Tiagua. Ante el temor, los vecinos imploraron a la Virgen que detuviera la lava y, como muestra de gratitud, se comprometieron a celebrar cada año una misa de acción de gracias y una procesión alrededor de la ermita.
Este pasado jueves fueron muchos los hombres y mujeres que se dieron cita en Mancha Blanca y en un lateral de la ermita participaron de la celebración de la Eucaristía presidida por Yonathan Almeida, párroco de Yaiza, asistido por Francisco José García, párroco de titular de San Roque y San Bartolomé, y de Pedro Bermúdez, párroco de la Victoria de Acentejo en Tenerife.
Los feligreses llenaron el aforo permitido y los alrededores, participando con profundo recogimiento y devoción. El canto del Himno a Nuestra Señora de Los Dolores marcó el final de la Eucaristía y dio paso a la tradicional procesión alrededor de la ermita, acompañada por cantos y vítores a la Virgen. Uno de los momentos más emotivos se vivió cuando la imagen de la Virgen traspasó el pórtico del templo, envuelta en aplausos y fervor popular.


















