En esta época, las prisas llevan a muchos padres a invertir dinero en juguetes de los que no se obtienen grandes beneficios. Otros se dejan llevar demasiado por la publicidad y no tienen en cuenta factores tan importantes como la seguridad de los productos o si éstos divierten, entretienen y enseñan.
"Muchas veces nos bombardean con publicidad de determinados juguetes que interesan a determinadas marcas. Pero no los más anunciados y los más vendidos son los más adecuados. Los juguetes más demandados no son siempre los mejores del mercado". Así se explica la psicóloga y terapeuta familiar Alicia López que indica que antes de acudir a los comercios se debe pensar cuántos juguetes se quieren comprar, de qué tipo y cuáles son los más acertados en función de la edad.
Así, los regalos que traigan o bien Papá Noel o Melchor, Gaspar y Baltasar serán "más acertados" y potenciarán el espíritu y la inteligencia de los niños. "Muchas veces los niños son tan pequeños, que les regalas un juguete y lo que les gusta en realidad es el papel de regalo, la espuma que rodea el producto o la caja. Y piensas, me he gastado un dineral para que acabe jugando con el envoltorio", indica.
Por ello, es muy importante que el juguete tengo una finalidad, la de entretener. "No todos los juguetes entretienen a todos los niños por igual, porque depende del desarrollo de cada uno de ellos. Cada edad requiere un tipo de juego, porque el juego para el niño es como comer o dormir. Influye en su desarrollo y es una prevención para muchas cosas en la edad adulta. Tenemos que cuidar el juego", explica López.
Otra de las características fundamentales que debe tener el juguete es que sea seguro. "Tenemos que mirar por la integridad física de los niños para poder dejarles jugando sin preocuparnos. Tienen que tener el distintivo CE, que quiere decir que cumplen con las normas de seguridad de la Comunidad Económica Europea. Esto nos da cierta tranquilidad, porque sabemos que el juego no se va a astillar, no contiene piezas pequeñas, no tiene tóxicos con lo que los niños pueden chuparlo", indica la psicóloga.
En determinados establecimientos, donde los juegos son más baratos, este anagrama a veces está falsificado. "Esto puede ser peligroso para los niños", advierte la psicóloga, que incluso propone fabricar los juguetes para los más pequeños de la casa. "Ahora que estamos en crisis, se nos tiene que agudizar el ingenio. Un bebé no necesita más que una botella llena de aceite con bolitas de colores, por ejemplo".
Además, Alicia López explica también que muchos padres creen que la "cantidad de los regalos es importante". "Los niños no tienen capacidad para entretenerse con muchos juguetes. De hecho, yo recomiendo que se dosifiquen. Porque a veces reciben regalos en casa de los tíos, de los padres, de los abuelos? Se pueden ir dosificando y entregárselos a lo largo del año. A medida que vemos que se cansan de uno, le entregamos otro. Si no, se ven apabullados por tanto juguete y no por ello les hacemos más felices", indica.