Los cruces fronterizos irregulares hacia la UE se han reducido un 20% entre enero y mayo, un descenso que ha sido más acusado, del 35%, en la región de África occidental, esto es, en los flujos que se dirigen a Canarias, según un informe difundido este miércoles por la Agencia Europea de vigilancia de Costas y Fronteras (Frontex).
Según la agencia con sede en Varsovia, desde enero se han registraron 63.700 entradas irregulares, frente a las 80.000 detectadas en el mismo período de 2024.
Entre las tendencias más destacadas figura la de la ruta de África Occidental, que ha registrado una caída significativa, con un 35% menos de intervenciones y un total de 11.065 llegadas.
Las nacionalidades más frecuentes en esta zona fueron la maliense, la senegalesa y la guineana.
Cooperación entre Estados para evitar las salidas
Según Frontex, esta notable disminución se debe al fortalecimiento de los controles fronterizos y a las políticas migratorias reforzadas hace poco en Mauritania, así como a las malas condiciones meteorológicas, y también a una mayor cooperación entre la Unión Europea y los países de salida.
Las patrullas conjuntas hispano-marroquíes han sido cruciales para desmantelar redes de contrabando cerca de Canarias, señala Frontex en su documento.
Pese al descenso general, el Mediterráneo central fue la ruta más activa, con 22.700 cruces, lo que supone un aumento del 7%. Libia es el principal punto de salida de las embarcaciones de esa zona.
El Mediterráneo oriental fue la segunda ruta más activa, con 15.618 cruces irregulares, un 30% menos.
Los Balcanes Occidentales registraron el descenso más pronunciado de todas las fronteras exteriores de la UE, con 4.055 intentos de entrada, un 56 % menos entre enero y mayo.
En lo que va de 2025 hubo que lamentar la pérdida de, al menos, 651 vidas en el mar en naufragios de embarcaciones empleadas en actividades de migración ilegal.
Como contraste a esta tendencia generalizada a la baja, la ruta del Canal de la Mancha hacia el Reino Unido aumentó un 17%, con 25.540 intentos de entradas irregulares, en una zona donde Frontex denuncia que "las redes de contrabando adaptan tácticas arriesgadas".
