El mes de agosto ha marcado un antes y un después en la situación de Lanzarote frente a la crisis del Covid-19, multiplicando por más de cinco todos los casos que llevaba hasta ese momento. El pasado 1 de agosto, la isla tenía 102 casos acumulados desde marzo (88 correspondientes a la primera ola) y solo cinco casos activos, mientras que el 31 de agosto se ha cerrado con 551 casos acumulados y 429 activos.
Estas cifras, que se han disparado especialmente en las dos últimas semanas, han situado a la isla por encima de la media de España en el número de nuevos casos por habitante, y a Arrecife como una de las zonas más afectadas del país.
En concreto, en los últimos 14 días (que es uno de los indicadores epidemiológicos que se utilizan para seguir la evolución de la enfermedad), España ha registrado de media 205,53 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que Lanzarote se ha situado en 214,72. Y en Arrecife, esa cifra se dispara hasta los 519,15 casos por cada 100.000 habitantes, superando incluso la media de la comunidad de Madrid, que estaba este lunes en 464,61 casos nuevos por cada 100.000 habitantes en 14 días, según los datos del Ministerio de Sanidad.
Al respecto, desde el Ayuntamiento de Arrecife han subrayado que se les han asignado algunos casos de personas que realmente no residen en el municipio, incluyendo a algunos turistas (por estar en este municipio el hospital de referencia) y también a vecinos de Playa Honda. Y es que aunque esta localidad pertenece a San Bartolomé, su consultorio de atención primaria depende de la Zona Básica de Arrecife I.
Por encima de Las Palmas de Gran Canaria y solo superada por El Hierro
No obstante, aún considerando estos factores, las cifras de la capital duplican con creces la media de España en las últimas dos semanas y superan las que registra de media cualquier comunidad autónoma. En cuanto a la comparación por municipios y localidades, algunos sí superan la cifra de Arrecife.
En Canarias solo lo hace el municipio herreño de Valverde, que aunque solo tiene 33 casos activos, tiene una tasa en las dos últimas semanas de 659,34 casos nuevos por cada 100.000 habitantes, al tener una población de solo 5.005 personas.
En cuanto a Las Palmas de Gran Canaria, que ha sido señalada en las últimas semanas como el principal foco de las islas, sus cifras también están por debajo de las de Arrecife, según los datos de la Consejería de Sanidad. La capital de Gran Canaria ha registrado en los últimos 14 días 491,41 casos por cada 100.000 habitantes, frente a los 519,15 que la Consejería asigna a Arrecife.
Respecto a la media de Canarias, estaba este lunes en 156,54 casos nuevos por cada 100.000 habitantes en 14 días (95,62 en 7 días, que es el parámetro que está utilizando ahora el Gobierno regional para adoptar medidas por islas, cuando se superan los 100 casos nuevos por cada 100.000 habitantes en una semana). Esto sigue situando al archipiélago por debajo de la media del país, aunque por encima de varias comunidades como Asturias (que es la menos afectada), Andalucía, Galicia, Valencia y Extremadura.
Las cifras que está sufriendo ahora el archipiélago nada tienen que ver con las que vivió al inicio de la pandemia, cuando fue una de las comunidades con menos casos. Solo Lanzarote ha pasado a multiplicar en pocas semanas todos los casos que llevaba acumulados en meses. En toda la primera ola, en la isla se llegaron a diagnosticar 88 casos. Sin embargo, solo la pasada semana se confirmaron 238. Y la anterior cerca de 100, sumando en total 484 positivos nuevos en un mes.
De "libre de Covid" a "zona caliente"
La isla había quedado técnicamente "libre de Covid" el pasado 23 de junio, cuando recibió el alta el último paciente. Además, en ese momento llevaba once días sin detectar nuevos positivos y en los dos meses anteriores (abril y mayo, en pleno confinamiento) solo se habían confirmado en total ocho.
La mayor parte de los casos se habían diagnosticiado a finales de marzo, con un máximo de 13 positivos en un día. Sin embargo, en las últimas semanas esa cifra se supera con creces a diario, habiéndose llegado a alcanzar el pasado jueves un pico máximo de 69 casos nuevos en solo 24 horas, según los datos difundidos por el Cabildo, y situando la isla como "zona caliente".
No obstante, la otra gran diferencia con respecto a la primera ola es que esta vez la inmensa mayoría de los casos detectados no presentan síntomas o solo tienen síntomas leves. Entre otras cosas, esto obedece al actual sistema de rastreo y al cambio en los protocolos, que ahora obligan a realizar pruebas a los contactos estrechos de toda persona que dé positivo, tengan síntomas o no.
A finales de marzo, con solo 55 casos activos diagnosticados en la isla, llegó a haber 22 personas hospitalizadas, nueve de ellas en la Unidad de Cuidados Intensivos. Sin embargo, este lunes había 429 casos activos y solo diez hospitalizados, nueve de ellos en planta y uno en la UCI. Es decir, con ocho veces más casos diagnosticados que entonces, hay menos de la mitad de ingresos. Así, lo que ha cambiado es la gravedad de los casos que se detectan, ya que ahora están aflorando muchos asintomáticos a los que antes no se les realizaban test.
Respecto a los fallecimientos, en los primeros meses de la pandemia también se llegaron a registrar seis muertes en la isla, mientras que desde el 7 de mayo y hasta el pasado jueves no se habían producido nuevas muertes vinculadas al Covid en Lanzarote. Sin embargo, el viernes llegó la primera, de una mujer de 79 años que padecía patologías previas. Ahora, ése es precisamente el principal temor ante el aumento de la contagiosidad. Y es que la nueva ola estaba afectando sobre todo a personas jóvenes, pero la media de edad está aumentando y el riesgo es que vuelva a llegar a las personas más vulnerables.
