César Manrique vuelve a Lanzarote en una exposición individual que reunirá 36 pinturas creadas por el artista durante el periodo comprendido entre 1950 y 1957. Las obras, procedentes de colecciones privadas de Gran Canaria, Madrid, Tenerife, Santiago de Compostela, Soria, Zaragoza y Lanzarote, reflejan la etapa de formación del artista moderno. El recorrido de la exhibición es un viaje a la vez por la creciente renovación modernista de un innovador que fue alejándose de su influencias academicista adoptadas en su etapa de estudios de Bellas Artes en Madrid.
Hace más de 10 años que no se presenta una exposición individual de César Manrique. La Fundación, que lleva su mismo nombre, brinda la oportunidad de conocer su creación y la cosmovisión insular de su mundo creativo, en el que, "creó una mitología visual y poética de la Isla", según comenta Fernando Gómez Aguilera, Comisario de la exposición. Desde la fundación se ha hecho una extensa investigación que ha permitido unir fotografías del artista a las obras que creó. José Juan Ramírez, presidente de la Fundación, explicó que la revisión de la obra plástica de Manrique fue un objetivo que la Fundación abordó a mediados de los años 90 con el inicio de la catalogación de su pintura. Esa puesta a punto permitió seleccionar las obras que componen la exhibición.
Durante esta etapa destaca en sus obras el "monotipo", una técnica que le ofrece la posibilidad de investigar las texturas y de profundizar en su vocación de gran colorista. Esta exhibición completa la revisión de su pintura iniciada en una retrospectiva que el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) le dedicó en 2005, sobre el periodo 1958-1992.
"César Manrique 1950-1957" refleja una evolución en la obra del artista, en la que se identifica una creciente iconografía de la Isla y una influencia del cubismo en detrimento de la figura. Desde este viernes queda abierta al público el 10 de septiembre, para luego recorrer las localidades de las Palmas de Gran Canaria del 20 de septiembre al 21 de octubre y La Laguna, entre el 14 de diciembre de 2006 y el 31 de enero de 2007.
Fernando Gómez Aguilera aprovechó la presentación para hacer una llamada de atención a las entidades públicas en relación con la recuperación y protección del patrimonio de César Manrique en Lanzarote. Sus obras no sólo estuvieron estrechamente relacionadas con el imaginario insular, sino que realizó esculturas y proyectos urbanísticos para la Isla. Ya en su momento Manrique habló de la necesidad de crear una conciencia insular de lo que debe ser el urbanismo, según recordó el comisario de la exposición.
