Mancha Blanca. Desde su segunda edición, ha estado presente en esta muestra de artesanía, restando "tres o cuatro veces" en las que no ha podido acudir. Y es que, para un artesano, esta muestra es una cita prácticamente imprescindible ya que, según Franceschin, "es la feria más importante de Lanzarote y una de las más notables de toda Canarias".
Mario Franceschin llegó hace 20 años a Lanzarote desde Venezuela aunque, a sus 56 años, lleva más de 25 dedicándose a la artesanía. Su especialidad es la plata, aunque también trabaja el oro por encargo, y realiza todo tipo de trabajos de joyería.
Aprendió el oficio mientras viajaba por distintos lugares, donde conoció a gente que se dedicaba a ello, ya que, al principio, "es indispensable que alguien te guíe, que te enseñe ciertas técnicas". "Me gustó y me pareció una forma de vivir fantástica, trabajando por cuenta propia, sin rendirle cuentas a nadie y haciendo un trabajo creativo", señala Franceschin, quien añade que "durante un par de años" estuvo dedicándose a otra cosa, pero que volvió a la artesanía, porque "echaba de menos esa parte creativa de inventar cosas y el depender de uno mismo".
Un trabajo de gran esfuerzo
Sin embargo, aunque se trate de una profesión donde uno es jefe de sí mismo, hay que poner en ello "mucho esfuerzo". De hecho, Mario Franceschin trabaja al menos "ocho horas diarias, como cualquier hijo de vecino". Un trabajo que no sólo se queda en su taller, ubicado en el Taller de Artesanía Municipal en Haría. Y es que, cuando llega a casa, continúa "dibujando y estudiando diseños" para sus trabajos. "Es un trabajo en el que cuanto más te esfuerces y te empeñes, mucho mejor", afirma Franceschin.
Este artesano, que lleva casi toda su vida trabajando la plata, reconoce que no sigue demasiado las tendencias. Y es que, lo más importante para él es "la originalidad". De hecho, además de vender sus productos en mercados y ferias, también realiza trabajos por encargo. "A la gente le gusta llevar cosas personalizadas, a su estilo. Eso es una cosa que nosotros tenemos a favor. Tú no le puedes encargar a una marca que te haga un anillo especial, porque te sale carísimo. Aquí sí se puede", explica Franceschin.
Sin embargo, aunque asegura que en esta época de crisis está teniendo "más encargos que nunca", reconoce que "ahora es más difícil vender" y que nada tiene que ver con la "época de abundancia" que se vivía en Lanzarote cuando él llego hace 20 años. "Ahora con la crisis es más difícil vender, cuesta un poco más. Hay que buscar la manera de ahorrar costes y sobre todo de ser originales. Hay que ser más creativo que nunca y publicitarse bien, porque la gente sigue queriendo seguir siendo diferente, pero al mismo tiempo que no sea caro", señala Franceschin.
Lo que está claro es que Franceschin pondrá todos sus esfuerzos para vender todo lo posible en la XXII Feria Insular de Artesanía de Mancha Blanca ya que, según relata, "es una muestra importante porque es septiembre, se acaba el verano y hay que aprovechar antes de que empiecen las escuelas y la gente sea más ahorrativa". En cualquier caso, Franceschín sólo tiene buenas palabras para esta feria. Y es que, según explica, cree que "no hay ninguna feria en toda Canarias donde se trate al artesano como en ésta". De hecho, añade, "hay peleas en otras islas para poder venir a Tinajo".
