El músico vasco Kepa Junquera rescata los sonidos ancestrales de su tierra en el VIII Festival de Seguidilla Víctor Fernández Gopar

Fusión de sinfonías

Escuchar hablar de la trikitixa, la txalaparta o la alboka puede suponer para muchos un lenguaje totalmente desconocido. Pero oír la música que producen estos instrumentos en manos de un buen músico significa trasladarse a otro mundo ...

2 de septiembre de 2005 (22:54 CET)

Escuchar hablar de la trikitixa, la txalaparta o la alboka puede suponer para muchos un lenguaje totalmente desconocido. Pero oír la música que producen estos instrumentos en manos de un buen músico significa trasladarse a otro mundo cuyas raíces se hunden en lo más profundo de la tradición del País Vasco. Si además quien toca alguno de estos ingenios es Kepa Junkera la persona que escuche podrá sumergirse en un mundo de nuevos sonidos que surgen de la fusión entre estos instrumentos ancestrales y los que todos conocen como el bajo, la guitarra o la batería. Se trata de lo que el músico vasco define como "la unión de los mundos stándar y particular de cada zona".

La particular confluencia instrumental con la que trabaja Kepa Junkera sonó anoche en el VIII Festival de la Seguidilla Víctor Fernández Gopar. Durante la actuación compartió el escenario con la parranda Janubio, que interpretó las seguidillas, y el conocido grupo canario Los Sabandeños. Unas horas antes de la actuación Kepa Junkera, junto al alcalde de Yaiza José Francisco Reyes, ofreció una rueda de prensa en la que aseguró que le gustaría contar con la presencia de Benito Cabrera "en algún tema y uniremos el timple a nuestro repertorio de instrumentos", comentó el músico vasco.

No obstante, esta no sería la primera vez que la música de Kepa Junkera sonaría con el tradicional instrumento canario, ya que tuvo ocasión de tocar en Jameos del Agua con José Antonio Ramos.

Posibilidades

Para el creador musical uno de los aspectos más bonitos de la música que él mismo y otros artistas del estilo componen es el hecho de que permite que sobre el escenario confluyan los instrumentos, las culturas y los aficionados. De esta forma, Kepa Junkera apuntó a la posibilidad de que le gustaría que a través de su música la gente quiera conocer Bilbao, su lugar de procedencia, y viceversa. Sobre este aspecto el músico destacó: "Creo que es lo bonito que tienen las músicas del mundo que te invitan a viajar, a conocerte y descubrir muchas cosas".

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