Los vecinos del pueblo de Nazaret se dieron cita en la tarde de este jueves en el Centro Sociocultural Ubigue para arropar a la vecina Carmen Guzmán Cerrillo, pregonera de las fiestas.
Durante su pregón, en el cual relató algunas de sus vivencias en el pueblo, Carmen consiguió que los vecinos y amigos allí reunidos pasaran un buen rato arrancándoles con facilidad más de una carcajada. Además, la pregonera invitó a todos los asistentes a participar en cada uno de los actos programados por la comisión de fiestas.
Carmen Guzmán es hija de padres malagueños que emigraron a Francia buscando mejorar la economía familiar. Allí, Carmen nació y residió hasta los 15 años, cuando volvieron de nuevo a Málaga, donde permaneció durante aproximadamente tres años, hasta que un día llegó a la ciudad andaluza un joven de Lanzarote, Tony Ortega, del cual se enamoró.
Así, Carmen dejó Málaga por amor poniendo rumbo a Lanzarote para residir en el pueblo de Nazaret, que por aquellos años carecía de los servicios mínimos. Además, la pregonera tuvo que aprender el léxico canario, de forma que la cuerda se convertiría en soga, el cubo en balde y la patata en papa.
Una mujer comprometida con la vecindad
Con el paso del tiempo, Carmen se fue integrando como una más en el pueblo de Nazaret y, en la actualidad, se considera una más, trabajando codo a codo y comprometida con todo aquello que repercuta en la vecindad. De esta forma, participa en las fiestas haciendo play back, teatro, cosiendo cortinas para el centro sociocultural, trajes para adultos y niños para representaciones teatrales, estando siempre dispuesta a echar una mano allí donde la necesitas.
En 2001, la vida de Carmen se vio truncada por un accidente que sufrió su marido, Tony Ortega, aunque tal y como relató este jueves, nunca estuvo sola, porque la vecindad se volcó con ella, poniéndose a su servicio en todo cuando les hiciera falta. Un gesto que tanto ella como su marido nunca olvidarán .
Otro de los detalles que cautivaron a Carmen a su llegada al pueblo de Nazaret se produjo cuando comenzaron a construir su casa, al ver como los vecinos y amigos de Tony se reunían los fines de semana y entre todos iban realizando las tareas, agilizando así la construcción con el consiguiente ahorro económico en la mano de obra.
Con un viva a Nuestra Señora de Nazaret, Carmen Guzmán finalizó su pregón, dando inició así a los festejos del pueblo. Por su parte, la comisión de fiestas hizo entrega a la pregonera de un ramo de flores.