Se ha creado un mercado árabe y simularán un atentado con coche bomba

Arrecife se convierte en una auténtica ciudad árabe para iniciar el rodaje de "Invasor"

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16 de noviembre de 2011 (00:33 CET)
Arrecife se convierte en una auténtica ciudad árabe para iniciar el rodaje de "Invasor"
Arrecife se convierte en una auténtica ciudad árabe para iniciar el rodaje de "Invasor"

Imágenes: Sergio Betancort

Carteles en árabe, pintadas con motivos árabes en las paredes, calles llenas de arena, coches preparados para simular un atentado e incluso un mercado árabe montado en plena ciudad. Arrecife se encuentra así preparándose para acoger el rodaje de la película "Invasor", el nuevo film del director catalán afincado en San Sebastián, Daniel Calparsoro, basado en la novela homónima de Fernando Marías.

La película está ambientada en el marco de una misión internacional en Oriente Medio, y Arrecife se ha preparado para la ocasión. El rodaje comenzaba este miércoles, a las 7:30 horas, en la calle La Inés. Allí, eran varios los operarios que en la mañana de este martes se encontraban cubriendo el asfalto de arena. Los comercios han cambiado sus tradicionales carteles por reclamos en árabe y varios pintores se encontraban cubriendo algunas paredes con motivos árabes.

Pero quizá, el decorado más espectacular de este rodaje se encuentra en las naves de la antigua fábrica de Conservas Garavilla, convertidas ahora en un auténtico mercado árabe, con sus cafés alrededor. Puestos de ropa, especias, comida y objetos de todo tipo se pueden encontrar en este escenario donde, según ha explicado el director de Arte del film, Juan Pedro De Gaspar, llevan trabajando "desde hace un mes". "Fíjate, todo esto, para 30 segundos", añade.

En este espacio se rodará una escena, en la que se simulará un atentado con un coche bomba, que tendrá lugar en el exterior del mercado. La escena, si da tiempo, también se rodará este miércoles, según afirma De Gaspar. Los personajes de la película entrarán por el mercado y allí presenciarán el atentado. Para ello, ya hay coches preparados, totalmente destrozados, con vigas de por medio, volcados, etcétera. "Habrá un ambiente con mucho humo", señala el director de arte de la película

"Ellos vienen por el mercado, lo atraviesan todo, pasan por ahí delante donde se ha pintado esa imagen de Sadam, continúan por donde está este coche que hemos reventado, y rodeando cadáveres, llegarán hasta la zona de la explosión. Allí habrá un niño herido y en este espacio, que se supone que es un café, comenzarán a atender a los heridos. Luego hay una chica que se está muriendo y llegarán unos soldados americanos, que se quedarán estabilizando a la chica para llevarla al hospital, que estará montado un poco más para allá", cuenta De Gaspar.

En Lanzarote, según explica el director de arte, estarán rodando a lo largo de la semana. Durante dos días, en Arrecife, donde también se rodará en las calles Cabo Jubi, Luis Fajardo Ferrer y El Tiburcio, además de Almirante Boado Endeiza, Pedro Barba, Carlos Sáez Infante, El Dante y Canalejas, en el tramo comprendido entre la calle Democracia y Mancomunidad. Después, se tomarán escenas en otras localizaciones de la isla. En el rodaje, participarán casi 300 extras de la isla, que han sido previamente seleccionados por el equipo de la productora.

El equipo partirá posteriormente hacia Galicia, donde se terminará de rodar el film. "Estaremos rodando hasta diciembre", señala De Gaspar, que explica que en Galicia es más fácil, porque la novela discurre precisamente entre Irak y Galicia. "Galicia es Galicia y es el paisaje que es, no es como recrear Irak". La película también incluye escenas rodadas en Fuerteventura.

Actores y rodaje

El casting principal de la película está compuesto por Alberto Ammann (Celda 211, Lope), Antonio de la Torre (Balada Triste de Trompeta, Gordos), Karra Elejalde (Airbag, También la lluvia) e Inma Cuesta (Primos, La voz dormida). El film está producido por Vaca Films (la misma de Celda 211).

La historia arranca cuando tras un atentado que casi le cuesta la vida, Pablo, un médico militar español destinado en una misión internacional, regresa a casa convaleciente junto a su mujer y su hija.

Al recuperar la memoria de lo ocurrido, Pablo sospecha que le están escondiendo información sobre las circunstancias del atentado y a pesar de la presión de los altos mandos, se niega a secundar la versión oficial, poniendo en peligro su seguridad y la de su familia.

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