Las autoridades de la Isla están que trinan. No ha sentado nada bien que en toda España se comente que en Lanzarote se ha hecho una "limpieza de inmigrantes" debido a la llegada del presidente Rodríguez Zapatero a la Isla.
Por un lado, argumentan que el mismo día 27 de julio, jornada en la que arribaron las dos últimas pateras a Lanzarote con 40 y 41 inmigrantes clandestinos -todos de origen subsahariano- ya se anunció que, como de costumbre, los 81 inmigrantes serían trasladados hasta el centro de El Matorral, en Fuerteventura que, por otro lado, es el único centro de retención de extranjeros existente en todo el archipiélago.
Este trasvase obedecía, según las instituciones locales, a que la cifra de inmigrantes en la sala de tránsito del aeropuerto de Guacimeta no era aún excesiva pero podría llegar a serlo, en caso de que se recibieran nuevas pateras con inmigrantes, pues durante unos cinco días en estas instalaciones terminaron coincidiendo unos 96 sin papeles, los 15 que ya estaban más los 81 recién llegados. Fuentes cercanas a la Delegación del Gobierno en Las Palmas aseguraron que los 15 inmigrantes que ya estaban en Guacimenta aún permanecen allí porque ya se encuentran en pleno proceso de extradición, mientras que el proceso de los otros 81 será algo más lento.
Tras las duras críticas vertidas ayer por el secretario de Organización del Partido Popular (PP), Larry Álvarez, criticando la coincidencia del traslado de inmigrantes con la llegada de Zapatero a Lanzarote, la subdelegada del Gobierno en Canarias, Carolina Darias, aclaró que fue precisamente para evitar cierto hacinamiento por lo que se iniciaron los trámites para el traslado, tras haberles prestado a los extranjeros una primera asistencia sanitaria y proceder posteriormente a las diligencias policiales para su identificación.
La redacción de lavozdelanzarote.com pudo saber ayer que el avión que fletó a los sin papeles partió de la Isla el pasado martes sobre las 08:30 horas de la mañana, apenas cuatro horas antes del aterrizaje de Zapatero y su familia.
Pero la proximidad entre la salida de éstos y la llegada del avión que transportaba al presidente y su familia se debió, tal y como aseguraron ayer diversas fuentes cercanas a la Dirección Insular de la Administración General del Estado, sólo a la gran cantidad de trabajo que los efectivos de la Policía Científica tuvieron con la repentina llegada de ambas barcazas, pues no pudieron finalizarse las diligencias de identificación hasta el pasado lunes por la tarde, partiendo el avión a la mañana siguiente.
La hora de salida tampoco era decisión, pues, del Cuerpo Nacional de Policía en Lanzarote o de institución insular alguna, sino que dependía de las órdenes de Madrid y del Ministerio de Interior, encargado de estos servicios.
Las autoridades locales remarcaron además la reducción en la llegada de pateras durante el último año, que asciende a cerca de un 33 por ciento menos en cuanto al número de embarcaciones, disminuyendo la recepción de sin papeles vía marítima en más de un 50 por ciento en Lanzarote desde la llegada del PSOE al Gobierno central.
Asimismo, recordaron que el Estado tiene previsto comenzar las obras del nuevo centro de retención de inmigrantes en Lanzarote dentro de unos 3 meses, en la zona de El Polvorín, cerca del aeropuerto, un proyecto que ya cuenta con ficha presupuestaria.
Desde la Isla se esgrime también que dispositivos como los de la Unidad de Intervención Policial (UIP) ya estaban operando en la Isla varios meses atrás antes de la llegada del presidente, tanto en funciones de prevención de la delincuencia como en controles de extranjería que se realizan de una manera regular.
La sala de tránsito de Guacimeta
La situación de este centro en el aeropuerto no es preocupante, según resaltaron ayer fuentes próximas a la Dirección Insular, que destacaron que con las repatriaciones, por un lado, y las desviaciones a otras islas como Fuerteventura, por otro, hay garantías de que no se producirá hacinamiento, aunque se intensifique la llegada de pateras durante los meses de septiembre y octubre, tal y como está previsto cada año.
Hay contratados ciertos servicios de catering desde Fuerteventura, que se ubican en la sala de tránsito del aeropuerto, y que abastecen a los inmigrantes con desayunos o la comida pertinente. En este centro hay también un servicio médico casi continuo, entre un médico interino y un médico de servicio exterior, ropa de cama limpia y posibilidad de hasta dos duchas al día. El Centro de Acogida de Extranjeros Irregulares de Guacimeta posee una capacidad aproximada para acoger a unas 150 personas, aunque cuenta con camas suficientes para albergar a unos 160 inmigrantes.
Proceso de extradición
Fuentes cercanas a la Comisaría del CPN de Arrecife explicaron con detalle el proceso y el trato que estos inmigrantes ilegales reciben tras ser detectados a bordo de una patera.
Si son detenidos al llegar, se les trata de hacer una especie de "identificación", porque no suelen llevar ningún tipo de documentos, y entonces son enviados a comisaría. Una vez aquí, se realiza la propuesta de expulsión, que se remite a los juzgados de guardia. Estos dan el auto de liberación o de internamiento. En el segundo de los casos, los inmigrantes son llevados hasta el centro de retención del aeropuerto, donde pueden estar un máximo de 40 días. El juzgado remite entonces la propuesta de expulsión y el auto hasta la Delegación Provincial de Las Palmas, para que ésta facilite el decreto de expulsión.
Es entonces cuando se preparan los aviones contratados entre Lanzarote y Fuerteventura, para deportarlos a sus países de procedencia. Los desplazamientos hasta hospitales o centros de acogida o del menor, así como la custodia, los realiza también la Policía Nacional. En caso de menores, si no está suficientemente clara la edad, al inmigrante se le realizan unas pruebas radiológicas, y en función de los resultados, su destino será un centro de menores o el centro de retención del aeropuerto.
