El segundo día de huelga ha comenzado con trabajo, pero por parte de la dirección, que ha tenido que cortar las cadenas y candados que habían colocado los trabajadores a la entrada de los Centros Turísticos para evitar el acceso . Con el fin de que no se repitan los incidentes que se produjeron este martes, se ha solicitado refuerzo de las fuerzas de seguridad del Estado para garantizar "el paso de los visitantes". El gerente espera que a lo largo de la mañana de este miércoles queden abiertas todas las instalaciones donde se permitirá el acceso libre, aunque con falta de servicios. "En las Montañas del Fuego sólo estamos abriendo para que se haga la ruta, sin bajarse de las guaguas", informa el gerente de los CACT´s", quien no considera que se esté llevando a cabo una huelga con derechos, sino una "imposición".
El seguimiento ha sido masivo y sin servicios mínimos porque la petición a la Dirección General de Trabajo fue desestimada. Aunque sí hubo presencia policial y de la Guardia Civil en la entrada de los centros. Una presencia que el primer día no pudo disuadir los conflictos, ni garantizó la entrada libre a las instalaciones, como había anunciado el consejero, Pedro San Ginés. Por este motivo, se ha solicitado el incremento de efectivos y mayor seguridad. Uno de los lugares de mayor tensión fue en el Parque de Timanfaya. La jornada se saldó con dos denuncias interpuestas por la dirección de la EPEL, que asegura que "el personal imposibilitó por la fuerza la entrada a los trabajadores que no siguieron la huelga y les coaccionaron".
Desde primera hora de la mañana los trabajadores se apostaron a la entrada de los Centros Turísticos durante el primer día de huelga con banderas sindicales y pancartas reivindicativas. Según el personal, para "informar y asesorar" a los visitantes sobre el paro. Según la dirección de la EPEL, para "imponer e impedir" la entrada de turistas y trabajadores, que, aunque "una minoría", no se sumaron a al huelga. "Utilizaron sus coches, cadenas, candados y su presencia física para evitar el paso", narra el gerente de los Centros Turístico, José Juan Lorenzo, sobre una tensa convocatoria. Lo cierto es que este martes fue imposible abrir los CACT´s, como tenía previsto la dirección, salvo en "momentos intermitentes".
Héctor Noda asegura que en uno de los casos denunciados se le permitió el paso a uno de los trabajadores que habían contratado, de forma excepcional, para Montañas de Fuego. "Delante del teniente de la Guardia Civil, se le dijo que podía subir al centro, pero el gerente lo ha utilizado diciendo que se había negado la entrada", sostiene el representante sindical para desacreditar la denuncia presentada.
Algunas guaguas llegaban a los Centros en su recorrido por la isla. José Juan Lorenzo explica que no se pueden evitar estas rutas y que además se daba el caso de que habían llegado dos cruceros a la isla con más de 2.500 visitantes. Para evitar males mayores, estuvieron coordinados con los touroperadores a la espera de que se permitiera el acceso, "cosa que nunca llegó".
Otro de los momentos más tensos de la jornada se produjo en el Jardín de Cactus con la llegada de una guagua. La mediación de la guía turística consiguió que los trabajadores consintieran el acceso a los visitantes, pero al bajar, "fueron increpados, insultados y los trabajadores empezaron a hacer aspavientos. Algunos se tiraron en el piso al paso de los visitantes Y sólo entró la mitad porque la otra parte se sintió intimidada", relata el gerente de los Centros.
En la segunda jornada, esperan que todo transcurra con mayor "normalidad", con la presencia de la Guardia Civil, que durante la mañana ha permitido el acceso de visitantes a los centros, pero sólo a los que llegaban en guagua, lo que ha motivado las quejas de algunos turistas que se han acercado de forma particular. "Fui a Turismo y no me dijeron que había una huelga. Ayer - por el martes - vine y no me dejaron entrar y hoy como no vengo con un grupo de 50 personas, tampoco puedo entrar. Siempre pagamos los mismos", reclamaba un turista afectado, que se ha desplazado a Lanzarote, desde Madrid, con el único objetivo de visitar las Montañas de Fuego.
