Las obras en la finca continúan y se desconoce qué ocurrió con el precinto que impuso la Apmun hace más de un año por la extracción de rofe

El misterio de la montaña de El Chupadero

Un año y dos meses. Éste es el tiempo que ha transcurrido desde que la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural (APMUN) precintara la montaña de El Chupadero, ubicada ...

27 de julio de 2011 (18:42 CET)
El misterio de la montaña de El Chupadero
El misterio de la montaña de El Chupadero

Un año y dos meses. Éste es el tiempo que ha transcurrido desde que la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural (APMUN) precintara la montaña de El Chupadero, ubicada en La Geria. Esta medida se adoptó por la existencia de ocho expedientes por la extracción de rofe que se estaba llevando a cabo en ese lugar, según confirmaron en su momento desde la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación Territorial del Gobierno de Canarias. Ahora, 14 meses después del precinto, en esa finca se sigue trabajando con retroexcavadoras y camiones.

La Voz ha tratado de ponerse en contacto tanto con el Ayuntamiento de Yaiza, como con el Cabildo, el Gobierno de Canarias, el Seprona y la APMUN. Sin embargo, el silencio impera en este asunto y sobre este precinto y ninguna institución ha informado sobre el estado actual de esa finca, ni del expediente que se abrió en su día.

Desde el Consistorio sureño remiten al Cabildo, en esta institución aseguran que el técnico de Medio Ambiente está de vacaciones y, por ello, no pueden informar, mientras que en el Gobierno de Canarias todavía no se han nombrado a todos los jefes de prensa, tras las elecciones, por lo que escasea la información. Esto mismo ocurre con la APMUN, donde no hay asignado un director general. Fuentes del Seprona sí que señalaron que "les constaba que la finca tenía todos los permisos" de la Dirección General de Minas del Gobierno de Canarias, donde tampoco han facilitado información a este medio de comunicación.

De hecho, en el momento en el que se precintó El Chupadero ni siquiera se dieron explicaciones concretas sobre el motivo del cierre de la montaña, ni sobre quién había ordenado precintarla. En la actualidad, nada se sabe sobre este precinto. Lo único evidente es que se sigue trabajando y realizando obras en este lugar, que sí que contaba con una calificación territorial para la "mejora de una finca agrícola abandonada", pero no para la extracción de rofe. Lo único que se había autorizado por parte del Cabildo era "la extracción del material sobrante de arena", que se había producido como "consecuencia de la reestructuración" de la finca. Y esto tenía unos requisitos, como que "la totalidad del material debería ser dedicado a la actividad agrícola".

En estos momentos, en la montaña se pueden apreciar importantes excavaciones. El pasado 11 de julio, una excavadora estaba trabajando en este lugar, donde existen partes en las que ya no se ve el rofe, sino la tierra. Es cierto que se han construido hoyos en el último año, pero estos están ubicados en la ladera de la montaña, lo cual hace muy difícil cultivar en ellos. Además, hay muy pocas parras plantadas en la zona.

"Una mina"

La asociación El Guincho denunció hace algunos años la extracción supuestamente ilegal de picón en este espacio natural protegido de La Geria. El colectivo afirmó ante los medios de comunicación que "se estaban llevando la arena de la ladera de la montaña" e indicó que no sólo se estaba dando uso al picón sobrante de las obras de la finca, como había sido autorizado por el Cabildo, sino que se estaban haciendo "extracciones de rofe para su venta".

"Los propietarios están haciendo lo que quieren con la disculpa de que están realizando una renovación del viñedo, pero están extrayendo arena de la montaña de El Chupadero como si fuera una mina", denunció en su momento Bernabé García, miembro de la asociación ecologista El Guincho. Estas declaraciones le constaron una querella por parte de los dueños de la finca.

Los propietarios se defienden

Hace un año y dos meses, cuando La Voz de Lanzarote se hizo eco del precinto de esta montaña, uno de los propietarios de la finca, Lorenzo Viñoly, aseguró que esta medida "venía a nombre de otra persona". "No corresponde ni a nuestro nombre, ni a nuestro número de expediente. No tiene nada que ver con nuestra parcela", se defendió, al tiempo que negó la existencia de ocho expedientes por la extracción de rofe en su terreno. "Todo ha sido un acto de mala fe de un técnico de Medio Ambiente del Cabildo", señaló Viñoly.

"Tenemos todos los permisos, nuestra finca no está precintada porque el precinto no se ajusta a la realidad", indicó en su momento este propietario, que aseguró que El Chupadero "no era una cantera", sino que de ahí se sacaba "el sobrante de la arena". Según Viñoly, no se ha extraído picón de la finca, sino que se ha "restaurado y plantado viñas e higueras". "Estaba hecho una basura", alegó. Y es que, Viñoly defendía en todo momento que el negocio de su empresa no reside en vender arena, sino que en un futuro será rentable por el beneficio que le den los productos que allí tiene plantados.

Lo único que hace un año reconoció este propietario a La Voz fue que vendió una partida de rofe "sobrante" por valor de 120.000 euros, que le sirvió de "ayuda". Ese picón no fue a parar a ninguna constructora sino que, según Viñoly, "se la llevó Tragsa, que depende del Gobierno central" y la destinó a reparar las fincas que se habían visto afectadas por el delta de 2005.

LO MAS LEÍDO