- El Gobierno de Canarias, reunido el pasado martes en Jameos del Agua, aprobó los planes de acción social para la inmigración en Lanzarote y Fuerteventura redactados por los respectivoscabildos y ayuntamientos de las islas orientales. La inversión total asciende a más de 112 millones de euros. ¿Hay motivos para ser optimistas?
- Ha sido una inyección de moral porque desde hace un cierto tiempo venimos reivindicando que Lanzarote sea considerado como se debe, ya que hasta ahora no nos hemos hecho respetar y está empezando a notarse que Lanzarote cuenta.
- Próximamente se celebrará el famoso Pleno monográfico de Sanidad, uno de los problemas más graves que padece la Isla.
- Sí, a medida que pasa el tiempo este Pleno está despertando la expectativa justa y necesaria, ya que hay otros muchos temas que van colocándose en su sitio y tiene visos de que pueda solucionarse. Realmente, el gran problema que tenemos es que hay una carencia de personal impresionante y, sobre todo, de especialistas, que es de lo que más nos estamos quejando. En el año 2007 prácticamente quedará zanjado todo el tema de infraestructuras. La gente se dará cuenta de que, una vez que tenemos los medios materiales y técnicos, nos hace falta el material humano, del que estamos faltos en cantidad, que no en calidad.
- Antes de su comparecencia parlamentaria para hablar de la triple paridad, ha salido una nueva propuesta de Coalición Canaria, que ha creado bastante incertidumbre dentro del Partido Popular y del Partido Socialista, que tiene que ver con el aumento de nueve parlamentarios.
- Hay un debate abierto muy importante, que está aparejado con la revisión del Estatuto político de Canarias, y es lógico que se hable también de la ley electoral. En este sentido, exigimos participar en las decisiones importantes para el futuro de Canarias. Para poder elaborar documentos de futuro tenemos que aparcar los intereses partidistas, además de tener la serenidad y la tranquilidad necesarias para lograr el consenso que existió a la hora de elaborar nuestra Constitución. La clase política de aquel momento supo aparcar los intereses de partido en pro de un bien común, y eso es lo que tenemos que hacer en Canarias. Lo que Lanzarote no va a permitir, y todas sus fuerzas políticas tampoco, es dar pasos atrás en los logros conseguidos. Si ya con ese sistema de la triple paridad, algunas islas tenemos quejas, no vamos a inventar una solución en la que la Isla sienta que su voz no tiene peso. Tenemos que ser generosos con Canarias. No es fácil, porque es un territorio fragmentado con diferencias de población. Pero no podemos dar un paso atrás. Para qué quieren tener el número de parlamentarios que tienen si luego, los parlamentarios de Lanzarote del PSOE o del PP van a votar lo que le digan sus partidos a nivel nacional o a nivel canario. Yo soy nacionalista por convicción, pero también por necesidad, porque se necesita un partido que haga sentir el terruño en el que uno ha nacido, no en contra de nadie, sino en defensa de lo nuestro. También es cierto que cuando ha habido temas de calado importantísimo, como en el último Pleno con la triple paridad, todos nos hemos puesto de acuerdo, incluso aquellos que tienen que tomar una posición en contra de las directrices de sus partidos a nivel nacional y a nivel autonómico. Lo mismo ocurre con el tema de las prospecciones petrolíferas, aunque luego habrá que demostrarlo con hechos. Una cosa son las palabras con las que quedamos relativamente bien con la población, y otra cosa es actuar mediante las votaciones y las decisiones. La clase política ya tenemos que empezar a madurar. Es mejor dejar las cosas como están hasta mejor oportunidad, si no somos capaces de aprovechar la oportunidad que se nos brinda ahora. El Cabildo de Lanzarote, como otros cabildos de otras islas, ha tenido que asumir servicios que no le corresponden, pero hay que hacerlo porque es la administración que está aquí, cerca de los ciudadanos. Ocurre también con la Escuela Universitaria de Turismo, que está gestionada por la Universidad de Las Palmas, pero que está costeada en su totalidad por el Cabildo de Lanzarote.
- En qué situación se encuentra en estos momentos la gestión que usted hizo al comienzo de su mandato sobre el tema del taxi.
- Todas las medidas que empezamos a tomar para solucionar la situación del aeropuerto no fueron aceptadas por el sector del taxi de Arrecife, a pesar de que eran sólo fórmulas provisionales. En diciembre o enero ya se podrá empezar con la nueva fórmula integrada de gestión que, aunque no sea la panacea, parece que sí va a solventar muchísimos problemas del taxi a nivel insular. Estamos en una situación provisional en la que todas las federaciones de taxistas están llevando a cabo el tema del aeropuerto como hasta ahora. Además, es una situación bastante complicada, porque al estar municipalizada la normativa que rige el sistema del taxi, cada municipio tiene sus propios problemas y va a costar muchísimo pensar en clave de Isla sin perder nuestra autonomía y nuestra fuerza como municipio. Pero todas las gestiones que se hicieron desde el principio han dado con el sosiego del sector y a la espera de mejorarlo a principios de enero.