El estudio tendrá lugar entre el 20 de octubre y el 5 de noviembre, y estará dirigido por Pablo Martín-Sosa Rodríguez, investigador del IEO responsable del subproyecto "Seguimiento de la actividad pesquera y evaluación del efecto reserva en las reservas marinas canarias", que cofinancian el IEO y la Secretaría General de Pesca Marítima.
Los puntos en dónde se llevará a cabo la evaluación han sido estudiados y seleccionados de antemano. Allí se comprobará la abundancia relativa de las especies en estudio, así como su distribución de talla. Los resultados de la campaña servirán de referencia para hacer comparaciones temporales con próximas campañas y así poder establecer una secuencia de la evolución del estado de los recursos. Esta información será indispensable a la hora de realizar posibles modificaciones a la normativa que rige la reserva.
Dos buques de pesca locales
Para la actividad se han contratado dos buques de pesca locales de distinto tamaño, elegidos por sorteo entre los que figuraban en el censo de flota operativa de la Reserva de la Marina y cumplían las características técnicas necesarias. Así, el mayor hará entre 30 y 40 pescas con palangre de fondo (150-250 anzuelos en cada pesca) en diversos puntos y profundidades dentro de las aguas interiores de la Reserva Marina. Por su parte, el pequeño pescará en la misma zona geográfica, a profundidades menores, y con artes de enmalle (3 paños de 60 metros en cada pesca, 12 pescas en total). En ambos casos las autoridades correspondientes ya han otorgado los permisos correspondientes.
Estas pescas se harán de forma puntual a lo largo del año, y sólo en los puntos seleccionados. La captura obtenida será muestreada en tierra, en los locales de la Cofradía de La Graciosa. Después de muestreada, será donada a las cofradías, que podrán disponer de ella para fines sociales, pero no de lucro. La donación será certificada por escrito por las cofradías al final de la campaña.