Cuatro de los cinco peritos que declararon este jueves por la tarde en el juicio de los baños de Los Dolores aseguraron que esta actuación no fue legal e, incluso, advirtieron de que se "destrozó la colada volcánica" para construir los aseos públicos. Los peritos comenzaron a declarar a las 17.30 horas y no terminaron hasta las 23.00 horas. El otro perito que declaró había sido llamado por la defensa de uno de los imputados en la causa, que encargó un informe pericial privado. En este caso, el perito defendió estas obras e indicó que los baños se colocaron fuera del Bien de Interés Cultural (BIC), aunque dentro del espacio de protección y que no afectaron a la colada volcánica.
Sin embargo, éste fue el único que defendió las obras, en contraposición con el resto de personas que declaró en el juicio. Por el contrario, Diego Pastrana, el primer perito en declarar en la tarde del jueves, indicó que "el mar de lava llegaba hasta la iglesia de una forma natural y ahora se ve que está cortada". "No tengo ninguna duda", aseguró como miembro de la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural. Pastrana elaboró un informe en el que se señalaba que esta intervención en Mancha Blanca era "ilegal".
Durante la vista oral, el perito señaló que las obras requerían, según la Ley Canaria de Patrimonio Histórico, "un informe preceptivo del Cabildo de Lanzarote, de la Comisión insular de Patrimonio y del Consejo Superior de Patrimonio Histórico. "Esto no se hizo", afirmó.
Pastrana aseguró que tras tener conocimiento de la denuncia que interpuso el Seprona sobre estas obras se trasladó a Mancha Blanca para inspeccionarlas. "Vi que se había levantado un trozo de lava volcánica que está proyectada dentro del BIC. Se veía que estaba recortada la lava volcánica", aseguró este perito. Además, dijo que las obras se hubieran aprobado por parte de la Comisión insular de Patrimonio si "fueran convenientes", aunque indicó: "Creo que probablemente no las hubieran aprobado", matizó.
"No se confundiera al perito"
Tras ello, Pastrana tuvo que enfrentarse a las preguntas de los abogados de los imputados, que se mostraron bastante contundentes y pusieron en un serio aprieto al perito. Y es que, al preguntarle si el informe de la Comisión insular de Patrimonio es vinculante además de preceptivo, Pastrana dudó y finalmente aseguró "que los dos conceptos son iguales".
Esto fue rebatido por los letrados, que aseguraron que si no era vinculante por qué concluía que estas obras eran ilegales. En este punto, Pastrana se limitó a decir que la obra "no era conforme" a la Ley Canaria de Patrimonio Histórico. Incluso, tras varias preguntas de los abogados de la defensa, tuvo que intervenir la juez para pedir que "no se confundiera al perito".
Sólo obras "provisionales" y con "materiales desmontables"
Tras esta declaración, llegó el turno de Leopoldo Díaz, jefe de la Oficina del Plan Insular de Ordenación Territorial (PIOT), que dejó claro que en esa zona donde se colocaron los baños no se podía realizar más que "obras provisionales con materiales desmontables". Eso es así porque el suelo tenía la clasificación de rústico de protección territorial. Por ello, Díaz entendió que la actuación "no fue legal".
Alrededor de las 19.15 horas comenzó la declaración de la jefa del área de Patrimonio Histórico del Cabildo, María Antonia Perera, que destacó la importancia de la lava volcánica de la zona donde están los baños de Los Dolores. "Era muy importante porque constata un hecho de intervención divina desde el punto de vista etnográfico", señaló, al tiempo que dijo que por eso se trató de proteger declarándola BIC para poder "restaurarla y mantenerla".
"Dimas quería el informe ya"
Perera recordó las conversaciones que mantuvo en esa época con el entonces presidente del Cabildo, Dimas Martín, acusado en esta causa. "Él sabía que la zona era BIC y yo no entendía por qué necesitaba de forma urgente un informe de Patrimonio para poder hacer actuaciones en ese lugar", explicó. "Él lo quería ya, quería el informe ya", señaló.
Perera insistió en que lo que se debía haber hecho en esa zona era devolverla a su estado "primigenio", y no construir unos servicios públicos. Aseguró que ella misma le dijo a Dimas Martín que este espacio estaba declarado BIC y que lo más conveniente era redactar un proyecto marco para actuar en este lugar. "A todo lo que yo decía, Dimas estaba de acuerdo pero luego no se llevó a cabo lo que yo dije", lamentó durante el juicio.
Según explicó, la idea previa que le trasladó el presidente del Cabildo "no era hacer unos baños", sino "realizar la restauración paisajística de la colada volcánica". Así, en una segunda fase, sí que se iban a ejecutar estos aseos, que aún no tenían una ubicación definida. "Nunca vi esa restauración paisajística de la colada", aseguró Perera, que insistió en que ella incluso pensó que Dimas lo que quería hacer era reformar unos baños que ya había en Mancha Blanca.
La jefa del área de Patrimonio señaló que nunca entendió la urgencia en la construcción de estos aseos y tampoco se explicó cómo nadie se dio cuenta de que se estaba "desmontando" la colada volcánica. Los abogados de los tres imputados en la causa, es decir, de Dimas Martín, Sergio Machín y José Manuel Fiestas Coll, trataron de debilitar los argumentos de Perera agarrándose a que ésta no se comunicó por escrito con Dimas Martín y sólo lo hizo verbalmente. A esto, Perera señaló que "Dimas era consciente de que eso era un BIC y de que la colada no se podía tocar", señaló, al tiempo que dijo que ella sólo se comunicó con Dimas Martín y no con Sergio Machín.
"La colada estaba desmontada para hacer unos baños"
La cuarta persona en declarar en la tarde de este jueves fue Manuel Perdomo, ex inspector honorífico de Patrimonio del Cabildo, que fue el que elaboró un informe en el que se reflejaba que se había producido un desmonte importante de la colada volcánica para la construcción de los baños de Los Dolores. Los abogados de la defensa trataron de desestimar en un par de ocasiones la versión de Perdomo recordándole que fue cesado de su cargo en 2010 por el actual presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, tras dos décadas en este puesto.
Sin embargo, Perdomo relató que se reunió con Dimas Martín y le explicó "los valores de la zona, el Bien de Interés Cultural, el hecho histórico de la colada, del tiempo, del aljibe y de los elementos protegidos". "Se compartió la información con Dimas Martín en una entrevista y nos fuimos con la sensación de que el presidente nos había entendido", declaró.
No obstante, diez días después de esta entrevista Perdomo se sorprendió al darse cuenta de que "la colada estaba desmontada para hacer unos baños". A raíz de esto, Manuel Perdomo elaboró un informe denunciando esta situación. "Había un hecho consumado que era la destrucción de la colada, que ya era irreversible", lamentó, al tiempo que insistió en que se dio cuenta de estos hechos el 21 de julio de 2003. Por ello, planteó una "serie de cuestiones" para "minimizar o enmascarar" esos destrozos.
A las 22.30 horas comenzó la última declaración, la de Rosendo López, un perito contratado por un abogado de uno de los imputados. En este caso, el declarante aseguró que visitó la zona y recabó datos y, tras ello, redactó un informe. "Me documenté y llegué a la conclusión de que los baños estaban situados fuera del BIC, aunque en la zona de protección y no afectaban a la colada volcánica", señaló este perito, el único que defendió las obras.