¿Respira usted más tranquilo desde que el viernes decidió hacer pública su dimisión?
Se puede entender así. Cualquier puesto de responsabilidad tiene una carga, pero siempre que lo he tenido lo he asumido libremente y lo he disfrutado y afrontado con satisfacción. Nunca he entendido al típico responsable de algo que habla de sacrificio. Si se está es porque se quiere, se disfruta, y se hace lo que uno tiene que hacer. Y eso es una sensación maravillosa.
¿Qué le llevó a dimitir y por qué esperó hasta el viernes para hacer pública esta decisión?
Desde que se produjo el resultado de las elecciones locales, la primera tentación que tuve en ese momento fue, como así hice, asumir como propios los resultados, por más que se tratara de resultados que se habían dado en toda España y también en Canarias. A veces la dimisión pudiendo parecer un acto heroico y noble es todo lo contrario, es huir de las responsabilidades. Yo entendía que había que dar respuesta a unas elecciones generales que eran inmediatas.
Después de las elecciones generales, tres cuartos de lo mismo. A pesar de que en Lanzarote obtuvo unos resultados que fueron una derrota, el PSOE logró un respaldo del 30 por ciento. En ese momento, pensé en dimitir pero creí que había que seguir con la organización del Congreso y a partir de ahí que surgiera una nueva dirección.
Lo que me pareció intolerable es cuando algunos compañeros, que respeto totalmente su parecer de que yo no debía continuar en el cargo, se lanzan a los medios de comunicación y empiezan a cuestionar decisiones que son internas del partido. Eso es mi límite. Entiendo que no puedo contestar de la misma manera por respeto a los compañeros. Ahí fue cuando decidí dimitir.
Entonces, ¿cuando las divisiones internas se hacen externas es cuando usted decide dejar el cargo?
Sí, efectivamente. Es el momento que marca el punto de inflexión. Hasta aquí hemos llegado.
¿Dejará usted de militar en el PSOE o podría llegar a optar a presentarse de nuevo?
Yo no voy a dejarlo todo. Soy militante de este partido. Hasta en la médula llevo la pasión por lo público y mi ideología socialista. Pero me disculparéis si me reservo el derecho a contestar, pero por una razón muy sencilla: Todas las decisiones que he tomado nunca han sido en solitario, sino con compañeros.
De hecho, en la rueda de prensa me disculpaba con los compañeros de la Ejecutiva porque es la primera vez que tomo una decisión en solitario sin consultarla con los compañeros. Siempre me pareció fundamental que las decisiones fueran fruto del consenso, del órgano que correspondiera. Sobre mi papel ante el Congreso, lo más que me apetece no es repetir. Pero en ningún caso es una decisión sólo mía, porque chocaría frontalmente con lo que he defendido de la militancia de un partido, que es la plena disposición para los compañeros para lo bueno y lo malo.
El PIL ha sido el enemigo del PSOE y usted siempre ha rechazado pactar con este partido. A partir de ahora, ¿se abre una posibilidad a este tipo de acuerdos?
Ésa es una pregunta que en ningún caso me corresponde responder a mí, sino a las personas que en ese momento tengan la encomienda del partido. Como militante sé lo que opinaré si llega ese momento y lo que defenderé donde tenga que defender. El partido no debe trascender determinados límites políticos y morales, pero no voy a ser yo quien lo diga, ni considero que la razón esté sólo de mi lado.
No obstante, ¿pueden las gestoras tomar decisiones políticas?
Las tienen muy limitadas, porque no reciben su legitimidad de un Congreso. Cualquier decisión de ese calado, tendría que contar con el beneplácito de la Ejecutiva regional. En este momento, la situación de la gestora es muy peculiar y por eso no he entendido las prisas de algunos compañeros en que yo dejara de ser secretario general, porque ahora el partido depende de la decisión de la gestora. El partido pierde autonomía. La capacidad de tomar decisiones queda limitada y supeditada a la Ejecutiva regional.
Visto lo visto, ¿pondría en conocimiento de la Justicia como hizo las presuntas ilegalidades que se estaban cometiendo y que dieron lugar al caso "Unión" y al caso "Reyes"?
Es una pregunta peligrosa. Corre uno el riesgo de contestar sí, por supuesto, lo haría de nuevo y dar una cierta imagen de inconsciente o de echado para adelante. Pero es que realmente es así. La denuncia de la Operación "Unión" es evidente. Si alguien aparece en mi despacho y me insulta ofreciéndome comprarme, lo lógico es que vaya a la justicia. Si alguien entra en mi despacho como cargo público ofreciéndome comprarme o comprar ese trocito de voluntad popular que me corresponde ejercer, es tan insultante e indignante que sólo tiene una respuesta, acudir a los tribunales.
Creo que volvería a hacer lo mismo. Evidentemente con el conocimiento que tengo previo sería más duro el proceso de la toma de decisión. Pero son cuestiones inevitables, porque lo más sagrado que tenemos son las decisiones que tomamos entre todos. Y cuando alguien juega con ventaja, con trampa y corrompiendo al poder político me parece sencillamente despreciable.
¿Cree que éste es un precio que ha tenido que pagar personalmente y también el propio partido?
Efectivamente, ha habido un machaqueo constante desde 2006, cuando presenté la denuncia en el Juzgado de Instrucción Número 2. Y yo lo que siento es que en muchas ocasiones no ha venido solo a parar sobre mi, sino sobre el partido. Y sobre compañeros que en algún momento igual lo han podido pasar mal. Pero me da la sensación de que son cuestiones inevitables, hay que hacerlas, no cabe actuar de otra manera.
¿El cambio de secretaría supondrá un cambio en la tesis del PSOE en Lanzarote en referencia a la defensa del territorio?
Estoy convencido de que no. Si fuera así lo viviría como un fracaso colectivo, me parecería dramático para el PSOE y para Lanzarote. Cada uno con su estilo, con su nivel de conocimiento y de atrevimiento con el tema, la defensa del territorio es compartida por todo los socialistas. En ningún caso cometería el disparate de pensar que es una defensa asociada a mi persona.
¿Cuál va a ser su futuro desde el punto de vista político?
Ser de la base del PSOE, que es suficientemente importante y honroso. Ser socialista, de lo que me siento cada día más orgulloso y ahora más. Estaré implicado de otra manera, pero pretendo permanecer implicado como militante de base. Hay que respetar a las personas sus tiempos y ritmos. A mi me tocará ahora seguir estando muy disponible para el partido y pienso seguir haciéndolo.
Durante la rueda de prensa, se le escapó que en 2012 podría haber alguna cuestión judicial interesante...
Hay que entender esa respuesta en la pregunta que me hicieron en la rueda de prensa, que era si algunos empresarios se habían salido con la suya por mi dimisión y si ahora se iban a parar investigaciones. Yo dije que iban a seguir y que en enero seguiremos avanzando. Lo cual no quiere decir que en el caso del Juzgado Número 2, seguiremos teniendo una actitud muy activa proponiendo pruebas e imputaciones. Aunque algunos respiraran aliviados el viernes pensando que el hotel les había encogido, éste sigue teniendo el mismo tamaño.
¿Qué le parece la decisión de su ex secretario de Organización, Joaquín Caraballo, de salir hablando en los medios de comunicación?
Sólo haré una matización y a partir de ahí un silencio. Es que precisamente en la rueda de prensa decía que ese tipo de comportamientos me parecen intolerables y tramposos y por tanto no voy a entrar en ninguna discusión en los medios de comunicación.
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